“Los poemas están
siempre en camino, están en relación con algo, tendidos hacia algo. ¿Hacia qué?
Hacia algo que se mantiene abierto y podría ser habitado, hacia un Tú al que se
pudiera hablar acaso, hacia una realidad cercana a un habla”.
(Paul Celan)
Habla, tú
también,
habla como
el último en hablar,
di tu decir
Habla –
Pero no
separes del No el Sí.
Da también a
tu habla el sentido:
dándole la
sombra.
Dale
bastante sombra,
dale tanta
sombra
como en
torno a ti sabes esparcida entre
Medianoche
Mediodía Medianoche.
Mira por
todas partes:
ve como eso
se torna vivo alrededor-
¡En la Muerte ! ¡Vivo!
Dice verdad,
el que habla de sombra.
Ve como se
encoge el lugar en que estás:
¿Adónde
quieres ir ahora, tú falto de sombra, adónde ir?
Sube. A
tientas, sube.
¡Más
delgado, más irreconocible, más fino!
Lo que
llegas a ser, más fino: un hilo,
por el que
quiere descender, la estrella:
para nadar
abajo, abajo del todo,
allí donde
se ve
centellear:
en la marejada
de las
palabras que siempre van.
Paul Celan
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