domingo, 27 de diciembre de 2015

La censura, contra Blas de Otero / José María Rondón






La censura, contra Blas de Otero: 'Su lepra mental, su odio hacia la belleza...' 

"Maloliendo la historia contemporánea española y reduciéndola -por arte de metro y rima- a una sucesión de anécdotas de lupanar y sangre, [Blas de] Otero pretende, a codazos, situarse en la primera fila de los poetas tremendistas, ilusionado sin duda con la idea de sentar plaza en la posteridad como el bíblico Walt Whitman del descontento seudohispánico".

En estos términos despachó la Oficina de Prensa y Propaganda de la embajada de España en Buenos Aires la publicación en 1962 en la editorial Losada del libro Hacia la inmensa mayoría, que reunía cuatro poemarios anteriores de Blas de Otero, entre ellos los fundamentales Pido la paz y la palabra y Ángel fieramente humano.
El 'avance informativo', el primer juicio al que se somete el volumen, es una brutal reseña, acaso la más extravagante jamás escrita sobre Blas de Otero. En el texto -dado a conocer en el primer número de la revista granadina Entorno literario- se acusa al poeta bilbaíno, con fino estilo, de sufrir "lepra mental", de odiar "todas las formas de belleza y grandeza" y de sufrir "la pobre desesperación de Caín en estado de postguerra".

La publicación literaria atribuye el texto al consejero de información de la embajada, José Ignacio Ramos Rey, director de la Oficina de Prensa y Propaganda. "[Blas de Otero] sufre la más triste de las situaciones en las que pueda caer un poeta: la de hacer profesión de rascarse en el muladar de la desgracia; el muladar de donde alguna vez escapa el do de pecho de la blasfemia cívica, que ni siquiera alcanza a la categoría de angustia", sostiene el censor.
El brutal desprecio de Ramos Rey por Blas de Otero es, por otra parte, lógico. Todos los libros contenidos en la recopilación Hacia la inmensa mayoría sufrieron algún modo de censura. Por ejemplo, Ángel fieramente humano fue excluido del premio Adonais en 1949 por motivos de heterodoxia religiosa tras la denuncia de un miembro del jurado. Y En castellano se publicó consecutivamente en París, México DF y Buenos Aires ante la imposibilidad de hacerlo en España. El telón de silencio levantado en torno a Hacia la inmensa...sólo caería con la llegada de la democracia, cuando la editorial Lumen lo publicó en 1977.

Ensañamiento de la censura
Pese al ensañamiento del censor con Hacia la inmensa mayoría, no es un caso único en Blas de Otero. Otro tanto de lo mismo le ocurrió a otra recopilación de título similar, Con la inmensa mayoría (1960), también en Losada, que sólo reunía Pido la paz... y En castellano.
Basta consultar la solicitud de importación del libro, que se conserva en un expediente -el número 3.649- en el Archivo General de la Administración. Sobre este libro, el censor anota: «Sin antecedentes. Una colección de magníficos poemas. Pese a una temática disímil y heterogénea, el vértice de un buen número de canciones de España, y varias tienen un carácter político grave».

Sin embargo, en este informe, dado a conocer por la profesora Lucía Montejo Gurruchaga, el censor fija su atención en el poema titulado 'La va buscando' y, en especial, la estrofa -"la más grave del libro", expone- que dice: Dos Españas frente a frente./ Al tiempo de guerrear,/ al tiempo de guerrear,/ se perdió la verdadera./ Aquí yace/ media España./ Murió de la otra media. El epígrafe le da pie para apoyar en él "la repetición de nuestra historia, la lucha fraticida", sostiene el firmante del informe, el agustino y censor eclesiástico Miguel de la Pinta Llorente, quien denegó, lógicamente, la importación.

Hasta la abolición del órgano represor, todos los libros de Blas de Otero se toparán con el lápiz rojo del censor. Acaso el asunto más llamativo es lo ocurrido con el volumen Que trata de España (1964), gravemente mutilado. En este caso, la censura obligó al poeta a suprimir más de la tercera parte del libro. Incluso las antologías -tanto las preparadas por el propio autor, como las que sobre su obra dirigían otros poetas y críticos- tuvieron serias dificultades. También algunas revistas o sus directores fueron sancionados por incluir versos del bilbaíno.

En alguna ocasión, Blas de Otero se refirió a la censura, que sufrió con dureza a lo largo de toda su trayectoria. «La censura -aseguraba en 1976- es un obstáculo terrible, capaz de condicionar, coartar y, en ocasiones, hasta de hacer callar. Además, la censura genera la autocensura... La censura fue aprendiendo a leer y resultó que el poeta que tuviera interés por publicar en España se encontraba con el problema de que, si escribía tal y como las palabras le iban saliendo, aquello se convertía en algo impublicable. No había otra solución que la obligada de corregir los poemas. Se acaba por adquirir una práctica muy eficaz...».



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miércoles, 23 de diciembre de 2015

SOBRE QUEDARSE SORPRENDIDO / Nazim Hikmet




SOBRE QUEDARSE SORPRENDIDO 



Puedo amar,
y tanto,
pide lo que quieras,
mi vida, mis ojos.
Puedo enfurecerme,
mi boca no se llena de espuma,
pero la ira de un camello no es nada al lado de la mía,
solo la ira del camello, no su rencor.
Puedo comprender
muchas veces con mi nariz,
es decir oliendo lo más oscuro lo que está más lejos
y puedo pelear,
por todos y por todo lo que me parece justo, correcto y hermoso,
ni mi edad ni mi porte me lo impiden,
sin embargo hace tiempo que se me olvidó quedarme sorprendido.
La sorpresa me dejó y se fue con sus ojos bien abiertos
y bien jóvenes.
¡Qué lástima!

Nazim Hikmet

Tanganica, febrero de 1963
Hotel Maranga


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martes, 15 de diciembre de 2015

La sandalia de Empédocles / Bertolt Brecht




La sandalia de Empédocles 




Cuando Empédocles de Agrigento
hubo logrado los honores de sus conciudadanos
-y los achaques de la vejez-,
decidió morir. Pero como
amaba a algunos y era correspondido por ellos,
no quiso anularse en su presencia, sino que prefirió
entrar en la Nada.
Lo
s invitó a una excursión. Pero no a todos:
se olvidó de algunos
para que la iniciativa
pareciera casual.
Subieron al Etna.
El esfuerzo de la ascensión
les imponía el silencio. Nadie dijo
palabras sabias. Ya arriba,
respiraron profundamente para recuperar el pulso normal,
gozando del panorama, alegres de haber llegado a la meta.
Sin que lo advirtieran, el maestro los dejó.
Al empezar a hablar de nuevo, no notaron
nada todavía; pero, a poco,
echaron de menos, aquí y allá, una palabra, y le buscaron
por los alrededores.
Él caminaba ya por la cumbre
sin apresurarse. Sólo una vez
se detuvo: oyó
a lo lejos, al otro lado de la cima,
cómo la conversación se reanudaba. Ya no entendía
las palabras aisladas: había empezado la muerte.
Cuando estuvo ante el cráter
volvió la cabeza, no queriendo saber lo que iba a seguir,
pues ya no le atañía a él; lentamente, el anciano se inclinó,
se quitó con cuidado una sandalia y, sonriendo,
la arrojó unos pasos atrás, de modo
que no la encontraran demasiado pronto, sino en el
momento justo,
es decir, antes de que se pudriera. Entonces
avanzó hacia el cráter. Cuando sus amigos
regresaron sin él, tras haberle buscado,
a lo largo de semanas y meses, poco a poco, fue creándose
su desaparición, tal como él había deseado. Algunos
le esperaban todavía, otros
buscaban ya explicaciones. Lentamente, como se alejan
en el cielo las nubes, inmutables, cada vez más pequeñas,
sin embargo,
sin dejar de moverse cuando no se las mira y ya lejanas
al mirarlas de nuevo, acaso confundidas con otras,
así fue él alejándose suavemente de la costumbre.
Y fue naciendo el rumor
de que no había muerto, puesto que, se decía, no era mortal.
Le envolvía el misterio. Se llegó a creer
que existía algo fuera de lo terrenal, que el curso de las cosas
humanas
puede alterarse para un hombre. Tales eran las habladurías
que surgían.
Mas se encontró por entonces su sandalia, su sandalia de
cuero,
palpable, usada, terrena. Había sido legada a aquellos
que cuando no ven, en seguida empiezan a creer.
El fin de su vida
volvió a ser natural. Había muerto como todos los hombres.





Describen otros lo ocurrido
de forma diferente. Según ellos, Empédocles
quiso realmente asegurarse honores divinos;
con una misteriosa desaparición, arrojándose
de modo astuto y sin testigos en el Etna, intentó crear la
leyenda
de que él no era de especie humana, de que no estaba
sometido
a las leyes de la destrucción; pero, entonces,
su sandalia le gastó la broma de caer en manos de sus
semejantes.
(Algunos afirman, incluso, que el mismo cráter, enojado
ante semejante propósito, escupió sencillamente la sandalia
de aquel degenerado bastardo.) Pero nosotros preferimos
creer
que si realmente no se quitó la sandalia, lo que debió ocurrir
es
que se olvidaría de nuestra estupidez, sin pensar que
nosotros
en seguida nos apresuramos a oscurecer aún más lo oscuro
y antes que buscar una razón suficiente, creemos en lo
absurdo. Y la montaña, entonces
-aunque no indignada por aquel olvido ni creyendo
que Empédocles hubiera querido engañarnos para alcanzar
honores divinos
(pues la montaña ni tiene creencias ni se ocupa de nosotros),
pero sí escupiendo fuego como siempre-, nos arrojó
la sandalia, y de esta forma sus discípulos
-que ya estarían muy ocupados husmeando algún gran
misterio,
desarrollando alguna profunda metafísica-
se encontraron, de repente, consternados, con la sandalia del
maestro entre las manos;
una sandalia de cuero, palpable, usada, terrena.



Bertolt Brecht



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domingo, 6 de diciembre de 2015

Adrienne Rich - Buceando hasta el naufragio




Buceando hasta el naufragio

Primero, habiendo leído el libro de los mitos
y cargado la cámara
y probado el filo del cuchillo,
me puse
la armadura de neopreno negro
las absurdas patas de rana
la seria e incómoda máscara.
Tengo que hacer esto
no como Cousteau con su
asiduo equipo
a bordo de la goleta bañada por el sol
sino sola acá.

Hay una escalera.
La escalera está siempre ahí
colgando inocentemente
cerca del costado de la goleta.
Sabemos para qué sirve,
nosotros, que ya la usamos.
De otra manera
sería una pieza de instrumento marítimo
algún tipo de equipo.

Voy hacia abajo.
Peldaño a peldaño y todavía
el oxígeno me sumerge
la luz azul
los claros átomos
de nuestro humano aire.
Voy hacia abajo.
Las patas de rana me entorpecen,
me arrastro como un insecto por la escalera
y no hay nadie
que me diga cuándo el océano
va a empezar.

Primero el aire es azul y después
se pone más azul y luego verde y luego
negro me estoy desmayando y sin embargo
mi máscara es poderosa
hace bombear mi sangre con fuerza
el mar es otra historia
el mar no es una cuestión de poder
tengo que aprender sola
a girar mi cuerpo sin fuerza
en el profundo elemento.

Y ahora: es fácil olvidar
para qué vine
entre tantos que siempre
vivieron acá
balanceando sus aspas almenadas
en medio de los arrecifes
y además
acá uno respira de otra manera.

Vine a explorar el naufragio.
Las palabras son propósitos.
Las palabras son mapas.
Vine a ver el daño hecho
y los tesoros que prevalecieron.
Apunté el haz de luz de mi lámpara
despacio a lo largo del costado
de algo más permanente
que los peces o las algas

a aquello por lo que vine:
el naufragio y no la historia del naufragio
la cosa en sí misma y no el mito
la cara ahogada mirando siempre
hacia el sol
la evidencia del daño
deteriorada por la sal y el vaivén hasta ser esta belleza harapienta
las costillas del desastre
curvando su afirmación
entre los espíritus inciertos.

Éste es el lugar.
Y yo estoy acá, la sirena cuyo pelo negro
corre hacia atrás, el tritón con su armadura.
Hacemos círculos en silencio
alrededor del naufragio
nos sumergimos hasta la compuerta.
Soy ella: soy él

cuya cara ahogada duerme con los ojos abiertos
cuyos pechos siguen todavía estresados
cuya carga de plata y cobre descansa
oscuramente dentro de los barriles
a medio asegurar y pudriéndose
somos los instrumentos a medio destruir
que una vez mantuvieron un rumbo
el tronco comido por el agua
la brújula inválida

Somos, soy, sos
por cobardía o coraje
quien encuentra nuestro camino
de vuelta a esta escena
llevando un cuchillo, una cámara
un libro de mitos
en el que
nuestros nombres no aparecen.


Adrienne Rich


Versión de Tom Maver,
del libro Diving into the wreck, 1973.

Fuente:


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viernes, 27 de noviembre de 2015

ULTRAIZQUIERDISTAS / Roque Dalton




ULTRAIZQUIERDISTAS 



Los pipiles
que no comprendieron la cruz y la cultura más adelantada
y no quisieron agachar la cabeza frente a la Corona de España
y se alzaron en la sierra con las armas en la mano
contra el conquistador.

Los que durante los 300 años de la Colonia
mantuvieron la llama de la rebelión indígena
y murieron cazados en el monte o en el garrote vil o en la horca
y se negaron a coexistir pacíficamente con el Encomendero
en el seno de las encomiendas y los repartimientos.

Pedro Pablo Castillo y los comuneros de 1814
que expropiaron los fusiles a las autoridades militares de San Salvador
y los apuntaron contra los opresores del pueblo.

En cambio
Matías Delgado y los próceres terratenientes de 1821
no fueron ultraizquierdistas
(porque hicieron la Independencia por la vía pacífica
aunque la Independencia fuera más que todo para ellos
y los pobres centroamericanos siguieran allá abajo
explotados, humillados, hambreados, engañados y dependientes.

Anastasio Aquino sí lo fue
porque con lanzas de huiscoyol y cañones de palo
sublevó a los nonualcos contra el gobierno central
no tomó el poder porque no supo que había ganado la guerra
después de haber inventado la emboscada
y haber legislado como un marxista de este lado del Lempa
y haber expropiado a los ricos de San Vicente
que habían escondido su oro bajo las enaguas de San José)
Don Chico Morazán también lo fue
y lo fue a nivel centroamericano
Gerardo Barrios
por poco no entra en la colada
si no es que se te ocurre agarrar viaje al frente de las tropas
para ir a Nicaragua a echar plomo contra los filibusteros gringos de Walker.

De ahí hubo un largo período
en que los revolucionarios salvadoreños
dejaron de ser ultraizquierdistas
y se volvieron tan decentes como burgueses
el ultraizquierdismo desapareció
ante el empuje del conservadurismo burgués
del liberalismo burgués y la Constitución burguesa
de la expropiación burguesa de la tierra común
de la entronización del Dios burgués del café
más omnipotente en lo referido a la República,
que su símbolo de palo y colochos
llamado ni más ni menos que Salvador del Mundo.

Todo iba muy bien hasta que se apareció ese ultraizquierdista llamado Farabundo Martí
que encabezó un ultraizquierdista Partido Comunista Salvadoreño
en el que militaban un montón de ultraizquierdistas
entre otros Feliciano Ama, Timoteo Lúe, Chico Sánchez,
Vicente Tadeo, Alfonso Zapata y Mario Luna.

No pudieron ser ultraizquierdistas hasta el final
porque no tenían con qué
y fueron asesinados en número de treinta mil.

En 1944 hubo otra epidemia de ultraizquierdismo
cuando hasta los militares se contagiaron y se alzaron el 2 de abril
contra el tirano Martínez
con el asentimiento ultraizquierdista de todo el pueblo.

Una huelga nacional ultraizquierdista
terminó con el régimen asesino
en lo que éste se dedicaba a fusilar
a los ultraizquierdistas del 2 de abril.

Uno de ellos fue tan ultraizquierdista y tan poco conciliador
que con un ojo de menos y con los testículos y los huesos machacados
le dijo al cura que lo fue a confesar
que no le flaqueba el espíritu sino tan sólo el cuerpo.
Víctor Manuel Marín era su nombre.

Ese año hubo, además, otros dos casos notables
de ultraizquierdismo salvadoreño
uno fue cuando 200 jóvenes armados
entraron por el lado de Ahuachapán provenientes de Guatemala
para tratar de derrocar a Osmín Aguirre
y otro fue cuando el ultraizquierdista Paco Chávez Galeano
se batió a tiros con la policía en el Parque de San Miguelito.
Como la cosa estaba agarrando color de hormiga
los ricos desempolvaron la mejor de las armas
contra el ultraizquierdismo
o sea las elecciones
las elecciones para coexistir en las urnas
donde todos los salvadoreños fueran iguales
o sea donde todos fueran igualmente engañados
con música de fondo de democracia y paz.

Con elecciones y uno que otro golpe de Estado
el ultraizquierdismo fue reducido ala mínima expresión .
a pesar de que Castaneda Castro hubo de darle metralla
cada vez que le pareció prudente
y Osorio persecuciones, muerte, cárceles
(aunque hay que aceptar que hubo ultraizquierdistas
que comprendieron a tiempo las ventajas de coexistir
mediante contundentes argumentos escriturados en cheques
Embajadas, Ministerios, premios de la lotería becas
casas en la Colonia Centroamérica, mujeres, guaro).

Pero ya bajo Lemus estaba aquí otra vez
el ultraizquierdismo más necio que una mula
armando la tremolina
y mostrando ultraizquierdistamente
el hambre y la desesperación que inundaban el país
(cada vez que bajan los precios del café
como que todo el mundo se vuelve ultraizquierdista)
hubo manifestaciones ultraizquierdistas y tiros ultraizquierdistas
y bombas ultraizquierdistas y muertos ultra izquierdistas
y, además, por todas partes cundía el ultraizquierdista ejemplo
de Cuba y de Fidel.

Total que Lemus se vino al suelo
y subió una Junta de Gobierno
que hablaba de ultraizquierdismo pero hasta ahí nomás
y no tenía nada en las manos
para pensar siquiera en ser ultraizquierdista de verdad.

Mientras la Junta hablaba
y el pueblo de nuevo ultraizquierdista pedía armas
la Alianza para el Progreso tomó el poder.

Otra vez había habido un susto grande
y hubo de reforzarse el sistema electoral coexistente
la oposición de su Majestad
las frases reformistas y democratizantes
y se declaró terminada
la era de la explotación del hombre por el hombre.

Pero de un día para el otro
todo el movimiento obrero organizado de El Salvador
amaneció ultraizquierdista
y organizó una huelga que arrodilló al gobierno de Rivera.

Para colmo de males los maestros se volvieron ultraizquierdistas
y algunos curas también
y hasta algunos opositores
propiedad hasta entonces del gobierno.
En vista de lo cual el nuevo gobierno
(presidido por un enano ladrón de apellidos Sánchez y Hernández)
dio dos serios pasos
que son ejemplares para la lucha contra el ultraizquierdismo.

En primer lugar lanzó al pueblo
a que se quitara la calentura peleando contra Honduras.

En segundo lugar apeló
a la organización que se suponía era el corazón de la ultraizquierda
para que se subordinara al Gobierno de esa gran cruzada nacional
El PC se partió en dos ante la situación
la mayoría que aceptó dejar de ser ultraizquierdista
se quedó con el nombre
la minoría que decidió seguir siendo ultraizquierdista
se salió de la carpa encabezada por un panadero
llamado Salvador Cayetano Carpio.

Después surgieron dos organizaciones ultraizquierdistas
las Fuerzas Populares de Liberación “Farabundo Martí”
y el Ejército Revolucionario del Pueblo “ERP”
con el propósito de que en adelante
los verdaderos ultraizquierdistas salvadoreños
tengan con qué carajos ser ultraizquierdistas hasta el final
o sea hasta tomar el poder
tan ultraizquierdistamente como sea necesario en este país
dominado por la ultraderecha.

O sea que se trata de ser ultraizquierdistas eficaces
y no sólo ejemplares ultraizquierdistas derrotados
como los pipiles y Pedro Pablo Castillo y Anastasio Aquino
y Gerardo Barrios que terminó fusilado por los Dueñas
y los muertos del 32 y los invasores de Ahuachapán
y Paco Chávez y el montón de caídos del pueblo
bajo Castaneda, Osorio, Lemus, El Directorio, Julión Rivera,
Sánchez Hernández y el bandido actual.

En un país como el nuestro
donde todo está cerca y concentrado
donde el amontonamiento histórico es tan denso
el ultraizquierdismo que no se quede en palabras
y tenga con qué ser ultraizquierdista en los hechos
irá siempre más hondo calando en el corazón popular
que sigue estando en la ultraizquierda del pecho.

Roque Dalton

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lunes, 23 de noviembre de 2015

Nuestros rostros pertenecen a nuestros cuerpos / Anónimo



Nuestros rostros pertenecen a nuestros cuerpos.
Nuestros rostros pertenecen a nuestras vidas.
Nuestros rostros están chatos.
Nuestros cuerpos están atrofiados.
Cubrimos nuestra ira con sonrisas.
Nuestros rostros pertenecen a nuestros cuerpos.
Nuestros rostros pertenecen a nuestras vidas.
Nuestra ira está cambiando nuestros rostros, nuestros cuerpos.
Nuestra ira está cambiando nuestras vidas.
Las mujeres que friegan tienen fuertes rostros
Las mujeres que escriben tienen fuertes rostros
Las mujeres con niños tienen fuertes rostros
Las mujeres que aman tienen fuertes rostros
Las mujeres que ríen tienen fuertes rostros
Las mujeres que luchan tienen fuertes rostros
Las mujeres que lloran tienen fuertes rostros
Las mujeres que mueren tienen fuertes rostros.
Nuestro amor está cambiando nuestros rostros, nuestros cuerpos.
Nuestro amor está cambiando nuestras vidas.
Nuestras hermanas están cambiando nuestros rostros, nuestros cuerpos.
Nuestras hermanas están cambiando nuestras vidas.
Nuestra ira está cambiando nuestros rostros, nuestros cuerpos.
Nuestra ira está cambiando nuestras vidas.
Nuestro poder está cambiando nuestros rostros, nuestros cuerpos.
Nuestro poder está cambiando nuestras vidas.
Nuestra lucha está cambiando nuestros rostros, nuestros cuerpos.
Nuestra lucha está cambiando nuestras vidas.


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Anónimo, tomado de Our bodies, our selves, a book by and for women, una edición del Boston Women’s Health Book Collective (ed. Simon and Schuster, 1979). Traducción casera.


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miércoles, 18 de noviembre de 2015

Pier Paolo Pasolini: Profecía (1965). Sobre el futuro de la emigración africana a Europa









El 2 de Noviembre se cumplieron 40 años del asesinato de Pier Paolo Pasolini. Para recordarlo, tradujimos la pasada semana un poema superlativamente lúcido, profundo e incómodo políticamente, como suyo: “El PCI, a los jóvenes del 68”. Esta semana lo seguimos recordando con la traducción castellana de otro poema no menos lúcido, profundo e incómodo. Un poema de rabiosa y triste actualidad: su “Profecía” de 1965 sobre las migraciones africanas a Europa. Como apéndice a la versión castellana del poema va un soberbio vídeo que incluye un recitado del poema en lengua original por parte del actor Toni Servilio. SP.


Alí de los Ojos Azules
uno de tantos hijos de los hijos,
llegará de Argelia, en nave
a vela y remos. Vendrán
con él millares de hombres,
cuerpecillos y ojos
de pobres perros de los padres
sobre barcas varadas en los Reinos del Hambre. Traerán consigo los niños,
y el pan y el queso, en papeles amarillentos del Lunes de Pascua.
Vendrán con las abuelas y los asnos, sobre trirremes robadas en puertos coloniales.
Desembarcarán en Crotone y en Palmi,
por millones, vestidos con harapos
asiáticos y camisas americanas.
De pronto, los calabreses dirán,
como de malandrín a malandrín:
“¡Ahí vienen los viejos hermanos,
con hijos y pan y queso!”
De Crotone o de Palmi partirán
para Nápoles, y de allí a Barcelona,
a Salónica y a Marsella,
a las ciudades de la Mala Vida.
Almas y ángeles, ratones y piojos,
con el germen de la Historia Antigua
volarán ante los valiatos.
¡Siempre humildes!
¡Siempre débiles!
¡Siempre tímidos!
¡Siempre ínfimos!
¡Siempre culpables!
¡Siempre súbditos!
¡Siempre parvos!
Ellos, que nunca quisieron saber, ellos, que sólo tenían ojos para implorar,
ellos,  que vivieron como asesinos bajo tierra, ellos, que vivieron como bandidos
en el fondo el mar, ellos, que vivieron como locos en mitad del cielo,
ellos, que se construyeron
leyes fuera de la ley,
ellos, que se adaptaron a un mundo por debajo del mundo,
ellos, que creyeron en un Dios siervo de Dios,
ellos, que cantaban
las masacres de los reyes,
ellos, que bailaban
las guerras de los burgueses,
ellos, que oraban
a las luchas proletarias…
… deponiendo la honradez
de las religiones campesinas,
olvidando el honor
de la mala vida,
traicionando el candor
de los pueblos bárbaros,
tras su Alí
de los Ojos Azules – saldrán de debajo de la tierra para matar -
saldrán del fondo del mar para agredir – bajarán
desde lo alto del cielo para robar – y antes de llegar a París
para enseñarles el goce de vivir,
antes de llegar a Londres
para enseñarles a ser libres,
antes de llegar a Nueva York
para enseñarles a ser hermanos
- destruirán Roma
y sobre sus ruinas
depositarán el germen
de la Historia Antigua.
Luego, con el Papa y todos los sacramentos,
se las tendrán como gitanos
en dirección noreste,
banderas rojas
de Trotsky al viento…


El vídeo con el poema original recitado en italiano por Toni Servillo:http://youtu.be/NdFBzmuzckM
Traducción para www.sinpermiso.info: Antoni Domènech




(1922-1975). Resistente antifascista, comunista, escritor, poeta y cineasta italiano cuya multifacética obra le sitúa entre los intelectuales más importantes de su generación.
Fuente:
www.sinpermiso.info, 15 de noviembre de 2015
Traducción:
Antoni Domènech




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domingo, 15 de noviembre de 2015

“MIS AMIGOS” / CHARLES BUKOWSKI



Éste da clases
ése vive con su mamá.
a aquel lo mantiene su padre alcohólico
con cara enrojecida y cerebro de mosquito.
éste se mete anfetaminas y fue mantenido por
la misma mujer durante 14 años.
ése escribe una novela cada diez días
y al menos paga el alquiler.
éste va de un lugar a otro
durmiendo en sofás, bebiendo y
parloteando.
éste imprime sus libros en una
fotocopiadora.
ése vive en el baño
de un hotel abandonado en Hollywood.
éste aprendió a conseguir una beca tras otra,
su vida es un constante llenar formas
éste es simplemente rico y vive en los mejores
lugares y toca en las mejores puertas.
ése desayunó con William Carlos
Williams.
y éste enseña
y ése enseña
y éste sabe como hacer sus textos
y habla con una cruel y dominante voz.
los hay en todos lados,
todos son escritores.
y casi cada escritor es un poeta.
poetas, poetas, poetas, poetas, poetas, poetas
poetas poetas poetas poetas poetas poetas
la próxima vez que suene el teléfono
será un poeta.
la próxima persona en la puerta
será un poeta.
éste enseña
y ése vive con la mamá
y ése escribe la vida de
Ezra Pound.
oh, hermanos, somos lo más asqueroso y lo
más bajo de la creación.


CHARLES BUKOWSKI


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martes, 10 de noviembre de 2015

“EL JUKY” Y OTROS POEMAS / OSVALDO LAMBORGHINI





EL JUKY

Le tengo terror a los demonios
quiero decir a los domingos
¡Querida!
La delicia se transformó en pura delicadeza
y la voluptuosidad: pudor.
A la gacela le crecieron alas.
Moteada de almíbar para las noches
¡Dulzura!
en las horas matinales o medios días
se sala: igual al hornero, a Lugones,
limpia su casita.
¡Muñeca!
Es bueno irse a un país donde hay muchos troncos
y donde la “o” es un círculo, letra alguna,
pero
¡Piba!
si esos témpanos hablaran
esta pampa te diría
¡Otro hombre!
Y seguramente voy a matarlo con tus propias manos.

***

Y sin embargo soy Edipo
Un Edipo que besa los pies de su madre ahorcada
Que se cuelga de sus piernas para detener el bamboleo de ese cuerpo
Que cuelga de una cuerda
Y arrodillado
Lengüetea Lame
Con su única lengua
Lenguaje posible
La vagina todavía tibia de su madre ahorcada
en el momento crucial.

***

Ligeras ganas de introducir pasmado
el remanido pene en la pátina vagina
y adorar luego la bóveda celeste.
Venían los griegos, esos niños inocentes de la peste.
Encendían el fuego y escupían las espinas,
no en un cuarto de hotel, no en éste,
que a manzana huele y a pornoshow deshabitado
por la más linda, por ella,
por la más bella,
por la más trina,
por la joya:
Helena, Helena de Troya,
Madre de Dios y bailarina.

El éxtasis y la dosis y la rima
y una clase de zorrino ensimismado
que igual tendré que dar mañana a pesar del pico.
Me gustaría ser judío
y mañero y transexual como el Espíritu,
y no este zorzal, este aeda marcado,
que huele a horror aunque se disfrace de Cupido.




***

sábado, 7 de noviembre de 2015

(John e Yves Berger / Rondó para Beverly)




“Para ti y sobre ti. Muchas veces, cuando lo que se escucha es un solo, al principio uno tiene la impresión de que está escuchando algo que va dirigido a otro. Y así, igual algún lector se convierte en ti.

Cuando regabas tus plantas, las que tenías delante de la casa, directamente en la tierra, y las que tenías en cajones de madera en el balcón, a veces me parecía ver que existía una relación entre el acto de regar y la oración, y el consiguiente nexo, entre la oración y el amor. La temperatura del agua cambiada según el tiempo que hiciera y el tiempo que hubiera pasado el cubo al sol. A veces estaba más caliente que la temperatura del cuerpo humano. A veces estaba helada. Pero en ningún caso alteraba el amor con el que lo hacías, ni el mío cuando te veía con el sombrero que te ponías para regar.

Y de pronto, escribiendo esto, se me vienen a la cabeza unos versos de Mahmud Darwish y nos veo comiendo con él en un restaurante en Ramala (¿o era en Nablus?, te habría preguntado, y tú, con esa memoria rápida que tenías y tu talento para registrar los datos, que manejabas con la misma soltura con la que barajabas las cartas, me habrías sacado de dudas al instante. Pero ¡ya no puedes hacerlo!). Apenas participastes en aquella turbulenta conversación, pero le pediste a Mahmud que leyera un poema, y a él le halagó tu petición y recitó unos versos, pausadamente.

Aquellos en los que estoy pensando ahora no son los mismos que te leyó él aquel día, sino estos otros:

…y me dijiste. Si muero antes que tú
líbrame de las palabras en lata y de las
fechas caducadas.
Aléjame de la tierra en la que duermo,
pues una sola hoja de hierba puede
enseñarte tal vez que la muerte es una
manera de plantar…


(John e Yves Berger / Rondó para Beverly)



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sábado, 31 de octubre de 2015

El hombre imaginario / Nicanor Parra





El hombre imaginario

El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario.

De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios.

Todas las tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios.

Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario.

Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar el corazón
del hombre imaginario. 

Nicanor Parra



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