martes, 27 de noviembre de 2012

Juan Yanes / Gestión de la ignorancia








Gestión de la ignorancia
Ya no hay analfabetos. Sólo hay gestión de la ignorancia por parte de los Estados.

Juan Yanes





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domingo, 25 de noviembre de 2012

Isabel Bono / Todo lo que deseo...






Todo lo que deseo me cabe en la boca

no es tu corazón 
con los brazos extendidos 
sobre el agua 
haciéndose el muerto 

no es lo que perdí de ti 
es lo que perdí de mí 

es tener nada 

estar en el centro y tener nada
entre las sillas
entre el mecanismo de los astros


Isabel Bono


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viernes, 23 de noviembre de 2012

Julio Vélez / No hay duda




(Josep de Togores)


 

 NO HAY DUDA

 

 

La mesa donde cada tarde nos sentamos en gris. Gris como

la tierra de un campo.

De un campo cualquiera donde unos españoles po X duros

se van matando.

La mesa donde tímidos por vez primera nos dimos la mano,

es verde, como la mar.

La mar donde unos españoles pasan la noche si no

pescando con la tormenta en los

ojos y la peste en las narices.

 

Y la otra mesa. Donde nos besamos es negra. ¿La

recuerdas? Tan negra como el asfalto.

El asfalto donde unos españoles construyen carreteras para

deportivos rojos y blancos. Donde unos españoles se

queman por unas pesetas. Por un vaso de

vino.

¡No hay duda! Este amor nuestro es tan salvaje como el

campo. Tan alto como la mar.

Y como el alquitrán tan inhumano. Tenemos en nosotros a

los españoles. Los nuestros.

Los trabajadores que se queman. No hay duda.

No hay duda que una de las dos cosas está mal construida.

 

 

Julio Vélez

(LA ESPIGA Y LA FIEBRE)

 

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miércoles, 21 de noviembre de 2012

Francesc Cornadó / Fisiología




Fisiologia


Per a protegir aquest món nostre
i per a salvar l’espècie humana
hauríem d’exigir gran capacitat orgànica
als joves que es volen consagrar a l’amor.

Els cossos dels subjectes enamorats
es modifiquen en cada invasió
de roses i les passions els clivellen
profundament els teixits i la raó.

Els amors encesos predisposen
els cossos pícnics a la bogeria cíclica
i els cossos astènics, encara que siguin atlètics,
a la demència precoç.

Cada  batec de fogueres,
cada revolta de setins
trasbalsa els humors i els òrgans
i de res no serveixen sèrums i vacunes.

El foc dels cristalls altera el rostre
dels amants i el cantelleig dels llavis
dibuixa la màscara inconscient
d’una malaltia sublim de final conegut.

L’amor els fa patir i ells,
amb la mirada assedegada,
provoquen un patiment
despietat a les dàlies i a l’aurora.



 Francesc Cornadó


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Fisiología

Para proteger este mundo nuestro
y para salvar a la especie humana,
deberíamos exigir gran capacidad orgánica
a los jóvenes que se quieren consagrar al amor.

Los cuerpos de los sujetos enamorados
se modifican en cada invasión
de rosas y las pasiones agrietan
profundamente los tejidos y la razón.

Los amores encendidos predisponen
los cuerpos pícnicos a la locura cíclica
y los cuerpos asténicos, aunque sean atléticos,
a la demencia precoz.

Cada latido de hogueras,
cada revuelta de satenes
afecta los humores y los órganos
y de nada sirven sueros y vacunas.

El fuego de los cristales altera el rostro
de los amantes y la angulación de los labios
dibuja la máscara inconsciente
de una enfermedad sublime de final conocido.

El amor los hace sufrir y ellos,
con la mirada sedienta,
provocan un sufrimiento
despiadado a las dalias y a la aurora.



Francesc Cornadó


(Traducción del autor)



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martes, 20 de noviembre de 2012

…y Ernesto Cardenal





Mi gatita tierna, mi gatita tierna!
!Cómo estremecen a mi gatita tierna
mis caricias en su cara y su cuello
y vuestros asesinatos y torturas!

Ernesto Cardenal

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lunes, 19 de noviembre de 2012

Lucía Sócam




Lucía Sócam, nuevo disco
"Viejos tiempos, nuevos tiempos"
-         ¿Quién eres tú?


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jueves, 15 de noviembre de 2012

Julio Vélez / La vida




(Luis López)



LA VIDA

¡No!
No más noches quebradas por el viento
o los sueños.
¡No más!

Estoy saciado de miradas románticas al cielo, de mirar con
la vitalidad
guardada en una cartera y olvidada en casa.

¡No más abanicos de estrellas peinando mi cabeza y brazos!

Quiero sentir la vida en mis ojos abiertos. No quiero
domesticar más escenas
de amor con luna llena y roja,
tiñiendo, como un pincel, el hedor a esperma de mis años.

¡Quiero ser como el fuego alto y potente!

¡Apesto a muerto!

El caballo que en mi sangre ruge
con pasos de fiera en celo, se pudre bajo la cuna de
un Sol imbécil que alumbra
también al niño sucio con pies lavados en barro.

¡No más!
¡No más sueños celestes y liras!

Quiero embriagarme de pareados monótonos con barba de
días
y gitanos sin guitarras al hombro mordiendo aire.

Quiero que fluya del huracán de mis labios
El tiempo perdido en cantar romanzas a mozas de trigo.

¡Quiero que tú, mi mujer de tierra y solsticio,
sacies la sed de este tronco, que no por vivo respira!

¡Tú!
La de hoy,
la que lejos
empapabas tu cara
de lágrimas salobres.

¡Tú!
La que tan salvaje como mi sangre,
me tiendes el frescor de tus brazos y tus pequeños pies de
cal.

¡No!
No más cuentos de chimeneas y leños de acero sucio.

¡Quiero!
¡Quiero ver bramar mis ríos en tu cuerpo de ninfas y olas!
¡No más!
¡No más sueños!


Julio Vélez  (de LA ESPIGA Y LA FIEBRE, 1967)


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lunes, 12 de noviembre de 2012

Julio Vélez / Pregón del Carnaval del año 1991 en Morón de la Frontera






“Elogio de la risa popular”, que Julio Vélez entiende “subversiva”, es el título de su Pregón del Carnaval del año 1991  en su Morón de la Frontera. El año anterior a su prematuro fallecimiento.
La didáctica de este discurso, no exento de anécdotas magistralmente relatadas y contagiosas, refleja el ejercicio de su cátedra en la Universidad de Salamanca.
Lo pronunciaba en el Cine Oriente de nuestra infancia, cuando pateábamos el piso de madera del “gallinero” hasta parecer que se caía sobre el patio de butacas. Aquel estruendo ascendía al ritmo de la caballería yanqui cuando cargaba sobre ”los malos”, o sea los indios.
Es un pregón antológico. Lo desarrolla desde sus raíces más remotas, como la cultura inmanente y permanente del pueblo frente a la del poder, mediante esa explosión de  libertad.
La carcajada, es reflejo de la cultura milenaria del pueblo. De sus estratos humildes, pero cultos y con tradición, que  tiene en el Carnaval  su máxima expresión. Es subversiva, es revolucionaria. 
El Carnaval Ignora jerarquía y distinciones. No hay actores y espectadores. Se toma  la calle ,se toma la Plaza. Es una cosmovisión popular compleja y unitaria a la vez, con formas de expresión dinámicas y cambiantes. Fluctuantes y activas. Se celebra la exaltación de la carne. 
En aquel día de febrero, no había transcurrido un mes desde la primera invasión de Irak, por lo que denuncia que “ Los derechos humanos del petróleo pueden más que los derechos  humanos de los seres humanos. Y que la demanda de paz de cientos de miles de personas. En las guerras se matan personas que no se conocen por el interés de personas que sí se conocen y no se matan. Su carnaval es el de las bombas que matan. El nuestro el de la risa que libera”.

Alejandro Romero C.
Sevilla, diez de noviembre de dos mil doce. 


AUDIO DEL PREGÓN
Se puede escuchar el Pregón completo aquí: PREGÓN

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sábado, 10 de noviembre de 2012

JAMÁS OLVIDARÉ… / Eduardo Galeano





(Luis López)




JAMÁS OLVIDARÉ…

 


Jamás olvidaré la noche que conocí a Julio Vélez.

 

Fue en Canarias, en un congreso de escritores españoles y latinoamericanos.

 

Esa noche, asistimos a un recital que nos ofrecieron los poetas andaluces.

 

Fue muy intenso, y con momentos de alta poesía, pero se alargaba demasiado y yo tuve la sensación, quizás injusta, de que faltaba magia y sobraban las palabras.

 

No podía cometer la grosería de irme, pero confieso que sentí la tentación.

 

Y entonces, apareció Julito.

 

Recitó un poema de dos versos:

 

Sólo odio a la muerte

Cuando la pienso en vosotros.

 

Eso fue todo, y para mi gusto fue lo más.

 

Así que me quedé hasta el final, esperando que el recital terminara, para dar un abrazo al autor de esos dos versos tan llenos de alma, y decirle, como le dije:

 

-Quiero ser tu amigo.

 

Y eso fue, eso fuimos, a lo largo de los días y los años, desde aquella noche hasta el maldito día en que la muerte se lo llevó.

 

Se lo llevó, es un decir.

 

En mis adentros quedó, intacto.

 

 

Eduardo Galeano.

 

 

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jueves, 8 de noviembre de 2012

Me acuerdo… / Luis López




(Intervención en el acto de homenaje a Julio Vélez celebrado en “Casa González,  en Madrid, el pasado día 7 de noviembre de 2012)





¿Conoce el Águila lo que está en el abismo?
¿O irás tú a preguntárselo al topo?

William Blake



Julio era un águila y un topo. Julio no paraba de hacerse preguntas, deseaba ansiosamente conocer, y era altamente contagioso. Julio no se guardaba nada para sí, compartía sus preguntas, sus dudas y sus conocimientos. Julio, como un águila o como un gorrión, surcaba los celajes y, como una laboriosa oruga o un “viejo topo” horadaba incansablemente las profundidades del  subsuelo.

En el año 1971 yo tenía 12 años y me vine a Madrid con mi familia a conocer a Julio Vélez. Yo entonces, como era un niño, no sabía que ése era el motivo  del viaje y mi familia, claro está, mucho menos. Y Julio ni les digo.


(Leer)  Viajar es ir al encuentro de algo que está a punto de ser y aún nadie sabe qué será...”
Italo Calvino

Hoy, más de cuarenta años después de aquél salto nocturno Sevilla-Madrid  (aunque   sigo ignorando tantísimas cosas) sí que lo tengo claro. Para ser exactos, lo tengo sepia claro, el color innegociable de la memoria; sea esta más o menos nostálgica o más o menos fantasiosa. Sí, porque debemos convenir que toda memoria, por traicionera, es ficción, es, irremediablemente, reconstrucción y por lo tanto, en gran medida, invención.
Inventé estos versos sobre aquel viaje:







A Madrid (Atocha)

Asientos forrados
de skay oscuro y grasiento
segunda clase señalan
traqueteo eterno
en riguroso compás
bolsas y maletas hinchadas
encordadas

tiempo lento de oprimido silencio
y generosa estrechez
poblado el cicatero pasillo
de fumadores y roces
con miradas ávidas y cansadas
que no encuentran sede
todos los colores
a salvo el azul
atropellados en su orgullo
por el gris


en aquellos tiempos
sin hueco sobre el raíl
y entre parada y parada
parada
con desgana masticando el camino
cierta luz de salida menguando
alejarse sin aliento
de las manías mamadas
y de esas cosas ya fraguadas
asideros hurtados

un billete, un silbato
todo quebrado
arrancados de cuajo
abandonado ritmo
de traqueteo
entre nocturnas paradas
neorrealista la estampa
como filmada por
el aristócrata italiano
patrocinada por
Red Nacional de Ferrocarriles Españoles
el reparto
de andaluces cuajado
en este rodaje

también los eternos traqueteos
y las infinitas paradas
se consuman
y los pobladores del pasillo
entre sí pulidos por los roces
intercambian negro tabaco
y por orden se arrancan
las legañas

en la línea de allá
tras los cables tendidos
amanecen los amarillos
y púrpuras azulados

oquedades abandonan
de arriba y mas abajo
las bolsas las manos las maletas
se controla la tensión
también de las cuerdas

se pasa lista se hace recuento
del menudo y fuerte
cuerpo protector
férreamente enganchados
nos lanzamos
con lo puesto
Madrid (Atocha)
del traqueteo entre paradas
fin

el techo del cielo caído
de gris pintado
oscuro y uniforme
cierta luz se sospecha
quedó en Sevilla

por ese tiempo
circulaban las matrículas
en torno al ochocientos mil
por aquí la salida
y avisaba el escalextric
a los catetos navegantes

certero signo
sucia desolada negra herrumbrosa
la calle céntrica
sin equipo sin porterías sin balón
interior la escalera
de segunda sin señalar

después el cole
un segundo piso
el Retiro de recreo
a 10 semáforos y dos mil metros
mal contados
la señora directora
y exaltada y falangista
predominan los comemieddas
entre los compañeros
cubanos en tránsito
a Miami

por ese tiempo
se bajaba mi viejo
a la vuelta del curro
al declinar de las tardes de verano
al diario Pueblo
dando la espalda al
Sindicato Vertical
en pijama
se había traído él
de Sevilla
algunas cosas hilvanadas
en el fondo de los bolsillos
frecuentó también la Cruz la calle
tenía un gustito a la Sierpes la calle
con sus toros y la reventa

por ese tiempo
las putas estaban con Echegaray la calle
hoy se han puesto la Montera la calle
y se han ido con Benavente la plaza
primeras caminatas con el Metro y su plano
Atocha – Embajadores - Puerta de Toledo
Latina – Sol – Callao – Plaza de España
y marcha atrás
navegando las aceras claro
y cogidos de la mano
sin soltar.




 Y todo vino rodado. Mi hermana mayor se colocó de cajera en un supermercado. Se echó una amiga, también cajera, que se llama Rosa y que tenía un novio que se llamaba José Luis  y que trabajaba en el supermercado como rotulista y escaparatista. Jose Luis era un sevillano comunista, un sospechoso habitual, que había huido de Sevilla (de la policía secreta) y vivía en un piso-refugio más o menos clandestinamente, en Madrid con otros comunistas perseguidos y un psiquiatra. Uno de aquellos comunistas clandestinos que pasaban temporadas en aquel piso era también sevillano y se llamaba Julio Vélez. Sigo emocionándome cuando rememoro aquellos días. En cierto modo allí cuajó la pequeña conjura de los sevillanos (José Luis, Julio y el menda). José Luis es un gran pintor y dibujante; por entonces  publicaba sus dibujos en “Cuadernos para el diálogo”, “Hermano Lobo” y en “Triunfo” y nos hablaba, a los de la cuadrilla, de Chumy Chumez, Haro Tecglen, de Vincentito Verdú, de OPS, de Reviriego… y también hacía viñetas para el periódico del “partido” de Julio… y a lo tonto a lo tonto, el menda, que ya hacía sus pinitos con el dibujo, empezó también a colaborar. Al poco tiempo Julio apareció con un ejemplar de “El estado y la revolución” de Lenin y me lo regaló, “Luí, me dijo, para que vayas completando tu biblioteca”. Una semana después le pedí militar en la Joven Guardia Roja, yo tenía 15 años, y el me metió en su célula, de Arte y Cultura, del PTE. A partir de ahí se desvanecieron mis espejismos y se sucedieron los descubrimientos.





A mí Julio me parecía un tío mayor, hoy sé que él entonces cumplía solo 28 años, era un chaval, era, para los que le rodeábamos, un “chute” de solidaridad, de buen rollo, de alegría.... (tenía una risa tirando a infantil y quizá por eso muy contagiosa)
También he sabido (porque él “solo” solía hablarme de la lucha contra la dictadura, de Marx, de Lenin, de Machado, de Brecht, de los jornaleros andaluces, de flamenco, de poesía…) que en aquellos tiempos intentaba ganarse la vida como vendedor de “Cafés La Estrella, malamente debía de ser porque Julio nunca o casi nunca tenía un duro.
Otra característica, por hablar de todo un poco, de Julio era que no le gustaba cortarse las uñas de los pies (O habría hecho alguna promesa), esto era evidente solo en verano, cuando calzaba chanclas.
Al lado de Julio y colaborando según mi capacidad participé en el primer homenaje, desde la guerra civil,  que se le hizo en España a Antonio Machado, donde recuerdo la participación de Aurora de Albornoz y entre otros el poeta gallego Celso Emilio Ferreiro. Recuerdo un viaje a Barcelona a un congreso de artistas antifascistas donde Julio me presentó ¡como pintor! A Pepe Ortega, a Lluís María Xirinacs, a Antoni Tápies y varios componentes del antiguo grupo “Estampa popular”
Años después, a mediados de los ochenta, me encontré casualmente, en la calle Almagro de Madrid por la que yo paseaba camino de una galería de Arte, con Julio, al que llevaba años sin ver. Nada más verme se levantó como impulsado por un resorte de su silla, me abrazó y me presentó a su acompañante en el velador de la terraza, “Mira Luí te voy a presentar a un amigo escritor, Eduardo Galeano; Eduardo, este es mi amigo y camarada Luí, pintor”. Así era Julio, aparecía dónde y cuando menos lo esperabas y, “a lo Laudrup”, como el que no quiere la cosa, te rescataba  del pozo más negro y profundo y te arreglaba el día con unas generosas palabras y un cálido abrazo. Bendita suerte la mía, haberle conocido, haber establecido con él un vínculo imborrable y haber compartido durante unos años, lugares y afectos (“Solo los lugares poetizados son habitables y los verdaderos Lugares los fundan los poetas y los artistas” JL Pardo) y militancia en la vida. Juntos, unidos, hombro con hombro en la trinchera antifascista y revolucionaria, en la trinchera, aún hoy más necesaria, de los que seguirán luchando hasta que no quede piedra sobre piedra del criminal sistema capitalista.
Permitidme que acabe con una cita de otro poeta comunista, el chileno Pablo Neruda, porque pienso que, él, el Julio que yo conocí y del que conservo tan gratos recuerdos, quizás suscribiría:

“Porque el Partido me da la libertad que no tiene el solitario.”
Pablo Neruda

(P. S.: Si donde Neruda dice “Partido”, ponemos organización horizontal y asamblearia, yo creo que, hoy por hoy, mucho mejor).


Luis López

(ilustraciones del autor)


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