jueves, 26 de diciembre de 2013

Blas de Otero / Palabra viva y de repente




Palabra viva y de repente

Me gustan las palabras de la gente.
Parece que se tocan, que se palpan.
Los libros, no; las páginas se mueven
como fantasmas.
Pero mi gente dice cosas formidables,
que hacen temblar a la gramática.
¡Cuánto del cortar la frase,
cuánta de la voz bordada!
Da vergüenza encender una cerilla,
quiero decir un verso en una página,
ante estos hombres de anchas sílabas,
que almuerzan con pedazos de palabras.
Recuerdo que una tarde
en la estación de Almadén, una anciana
sentenció, despacio: “-Sí, sí; pero el cielo y el infierno
está aquí” Y lo clavó.
con esa n que faltaba.

Blas de Otero



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