15. 1989: Palabra
es, además, historia
La palabra no es inocente. Sin el ser humano las
palabras no existirían, como tampoco el ferrocarril o el microondas. Las
palabras no pueden justificar el poder arbitrario. No es lo mismo la palabra hambre pronunciada por Agamenón, que por
su porquero. No es lo mismo pronunciada por Edipo que por Antígona. Las
palabras tienen cuerpo, sonidos, contexto, historia, alas… La palabra es
necesidad o todavía estaríamos en el zoológico de la prehistoria. Hay palabras
que alimentan como el pan y otras que nos sumergen en las tinieblas, palabras
que son dulces gritos y otras que picotean en el subsuelo. Palabras que nos
hacen crecer y que nos empequeñecen. Por pronunciamiento, la palabra es siempre
maravillosamente culpable.
16. 1990: Tradición
es futuro
La tradición es pasado y el pasado siempre está
quieto, aseguran. Es como una fotografía inamovible, como una estatua de sal.
Sin embargo, al igual que el presente, está vivo. No hay una, sino muchas
tradiciones, tantas como posibilidades de futuro. La historia de la Literatura española
está llena de tradiciones distintas. El pasado es futuro, es decir, memoria. No
comparto algunas de las tradiciones desempolvadas en los últimos años por la
sencilla razón de que no comparto el futuro que nos ofrece.
No he pretendido ser aquí un analista frío y
taxonómico, sino un testigomás de una época. Como tal he hablado y reivindicado
mi derecho al subjetivismo, mi derecho a la pasión, mi posibilidad de error. No
pertenezco a la estirpe de los camaleones, ni tampoco a la de los dinosaurios.
Más que beber vino, deseo que el vino me beba. Confío en algunos seres humanos,
en miles y miles de personas en el ancho, largo mundo. Personas a las que no
conozco pero a las que puedo abrazar en cualquier momento. La certeza de que
cualquier tiempo pasado no es mejor no me lleva a la ceguera irracional del
sueño por el sueño, sino a confirmar que mi memoria no es más que un adarme en
el inmenso horizonte de una memoria colectiva.
Julio Vélez
(AA.VV. / “DEL
FRANQUISMO A LA
POSMODERNIDAD ”)
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