Para David Mitchell y David Hass
El álamo y el roble, toda la noche
despiertos. Y con
todos los climas de todos los días del año.
Hay una conciencia
indefinida.
El crepúsculo de ayer, casi finales
de agosto, duró, variando lentamente,
hasta el amanecer. Los sonidos del hombre
se silenciaron detrás de las cortinas.
Ningún ser humano vio la noche en
este jardín
deslizando su azul en la mañana.
Sólo los árboles ciegos,
sin neuronas, la vivieron
y la conocieron por completo.
Denise
Levertov
(de "Poems 1968-1972", New
Directions Publishing Corporation, 1987.)
Versión en castellano de Sandra Toro
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