SALMO
XXVI
Después de tantos ratos mal gastados,
tantas obscuras noches mal dormidas;
después de tantas quejas repetidas,
tantos suspiros tristes derramados;
tantas obscuras noches mal dormidas;
después de tantas quejas repetidas,
tantos suspiros tristes derramados;
Después de tantos gustos mal logrados
y tantas Justas penas merecidas;
después de tantas lágrimas perdidas
y tantos pasos sin concierto dados,
y tantas Justas penas merecidas;
después de tantas lágrimas perdidas
y tantos pasos sin concierto dados,
Sólo se queda entre las manos mías
de un engaño tan vil conocimiento,
acompañado de esperanzas frías.
de un engaño tan vil conocimiento,
acompañado de esperanzas frías.
Y vengo a conocer que en el contento
del mundo, compra el Alma en tales días,
con gran trabajo, su arrepentimiento.
del mundo, compra el Alma en tales días,
con gran trabajo, su arrepentimiento.
Francisco de Quevedo y Villegas.
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