Hojas de Hypnos 222
Lobuzna mía, apoya tu cabeza sobre mi
regazo. No soy feliz y sin embargo me bastas. Portavelas o meteoro, ya no hay
corazón triste o porvenir sobre la tierra. Los andares del crepúsculo revelan
tu murmullo, refugio de menta y de romero, confidencia iniciada entre las
rojeces del otoño y tu vestido ligero. Eres el alma de la montaña, de flancos
profundos, de rocas calladas detrás de los labios de arcilla. Que las alas de
tu nariz se estremezcan. Que tu mano cierre el sendero y acerque la cortina de
los árboles. Lobuzna mía, en presencia de dos astros, el hielo y el viento,
pongo en ti todas las esperanzas derrumbadas, para un cardo victorioso en la
rapaz soledad.
René
Char
(L'Isle-sur-Sorgue, Francia, 1907-París, 1988), "Feuillets d'Hypnos",
1946, Œuvres Complètes, Gallimard, París,1983
Traducción de Magdalena Cámpora
Texto dedicado a Marcelle Sidoine-Pons (“Bora”), escrito en la clandestinidad del maquis de Céreste, entre 1943-1944, cuando Char coordinaba, bajo el nombre de “capitaine Alexandre”, el sector Durance Sud encargado de recibir los pertrechos lanzados en paracaídas por los aliados. (Nota de la traductora)
Texto dedicado a Marcelle Sidoine-Pons (“Bora”), escrito en la clandestinidad del maquis de Céreste, entre 1943-1944, cuando Char coordinaba, bajo el nombre de “capitaine Alexandre”, el sector Durance Sud encargado de recibir los pertrechos lanzados en paracaídas por los aliados. (Nota de la traductora)
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