Me acuesto ahora en la arena de la playa y
te miro
a ti que estás también
acostada en la arena. Quiero grabarte en mi
memoria
para cuando no estés más conmigo: tus
labios
turgentes y brillantes de rouge bajo el
sol,
tus labios suaves como los labios
interiores
de una concha de mar; tu piel dorada de
vainilla,
barnizada y apenas irregular como la
superficie
de una vainilla, tu pelo atado en un rodete
serio.
Te amé en vez de a otros,
te amé como una forma de no amar a nadie
más,
cada partícula precisa de tu cuerpo
hacía el dios, así como tu fuiste hecha
dentro de mí,
en un mundo sellado. ¿Y qué si de tus
labios aprendí
el amor de otros labios, si de tus trenzas
y gomitas
el amor de otros lazos, si de tus ojos que
se estremecen cerrados, el amor de otros
ojos,
de tu cuerpo los cuerpos,
de tu vida las vidas?
Hoy veo que hay algo que aprender de ti
y es a amar lo que no me pertenece.
Sharon Olds
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