domingo, 14 de julio de 2013

Mark Strand






La buena vida


Estás parado junto a la ventana.
Afuera hay una nube de vidrio que parece un corazón.
Los suspiros del viento son como cuevas entre tus palabras.
Eres el fantasma en ese árbol de afuera.

La calle está en silencio.
El tiempo, de la misma manera en que el mañana y que tu vida,
parcialmente está aquí, parcialmente en el aire.
No puedes hacer nada.

La buena vida llega sin aviso:
erosiona los climas de la desesperación
y se presenta, a pie, de incógnito, sin ofrecerte nada,
y tú estás ahí.


Mark Strand



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