HAS ENTRADO EN MIS CIUDADES ARRASADAS
tanteando los objetos con tu hábil mansedumbre
y me miras como quien grita que viene en legión
a hacerse himno
a romper mi fuselaje
a temblar con sus dedos la pureza que me queda.
Como si pudieras volverme cierta
me besas rompes las alambradas quemas la cáscara vacía
y hay algo de lumbre en tu mirada algo de bestia
delicada con vocación de jungla.
Y te digo sí porque cercas el origen de las sombras
y me haces agua y no desierto
porque en tu cuerpo la música es hondura
grieta entre la sal
y dices que vienes a hermanarte en mi fervor como un latido
y lo dices sin terror ni trayectoria
sin cemento ni herrumbre ni egoísmo
ni grandeza inventada ni fractura.
Pulsas mi cuerpo en su oscura transparencia
mi cuerpo sin fuego sublevado ni hueco que te nombra
y ahora limpios los establos por fin soy luz desde la luz
cadáver sin urgencia.
Tú me haces hallazgo.
Tú me haces claridad ardiendo el pulso ciego de las cosas.
tanteando los objetos con tu hábil mansedumbre
y me miras como quien grita que viene en legión
a hacerse himno
a romper mi fuselaje
a temblar con sus dedos la pureza que me queda.
Como si pudieras volverme cierta
me besas rompes las alambradas quemas la cáscara vacía
y hay algo de lumbre en tu mirada algo de bestia
delicada con vocación de jungla.
Y te digo sí porque cercas el origen de las sombras
y me haces agua y no desierto
porque en tu cuerpo la música es hondura
grieta entre la sal
y dices que vienes a hermanarte en mi fervor como un latido
y lo dices sin terror ni trayectoria
sin cemento ni herrumbre ni egoísmo
ni grandeza inventada ni fractura.
Pulsas mi cuerpo en su oscura transparencia
mi cuerpo sin fuego sublevado ni hueco que te nombra
y ahora limpios los establos por fin soy luz desde la luz
cadáver sin urgencia.
Tú me haces hallazgo.
Tú me haces claridad ardiendo el pulso ciego de las cosas.
Bárbara
Butragueño, en INCENDIARIO (Polibea, 2013)
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