Sobre el poema “Contra
la seducción”
Contra la seducción
1
¡No os dejéis seducir!
Que no hay retorno.
El día está a las puertas;
de noche hay viento, oíd.
No hay mañanas abiertas.
2
¡No os dejéis engañar!
La vida es poco.
¡Sorbedla a grandes tragos!
Porque no ha de bastaros
al deberla dejar.
3
¡No os dejéis consolar!
No tenéis tiempo.
¡Moho a los redimidos!
La vida es el gran tiento:
y no está siempre ahí.
4
Y nada os llega luego
a esclavos y extenuados.
¿Qué puede daros miedo?
Morís como animales.
Y nada os llega luego.
El poeta ha crecido
en un suburbio de población predominantemente católica; sin embargo, a los
elementos pequeñoburgueses se mezclaban ya los obreros de las grandes fábricas
sitas en el entorno de la ciudad. Así es como se explica la actitud y el
vocabulario del poema “Contra la seducción”. Las gentes son amonestadas por los
clérigos contra las seducciones, que cuestan caras en esta vida. Discute que
haya una segunda vida. Mantiene su amonestación con no menos solemnidad que los
clérigos la suya: lo que asegura también es apodíctico. Igual que los clérigos,
utiliza el concepto de seducción absolutamente, sin añadiduras: adopta su
tonalidad edificante. El tono sostenido del poema puede llevarnos a leer por
encima de algunos pasajes que posibilitan varias interpretaciones y que
encierran bellezas ocultas.
Que no hay retorno.
Primera
interpretación: no os dejéis seducir por la creencia de que hay un retorno.
Segunda interpretación: no os equivoquéis, la vida se os da sólo una vez.
El día está a las
puertas.
Primera
interpretación: listo para partir, para despedirse. Segunda interpretación: en
medio de su plenitud (y, sin embargo, se siente en él un viento nocturno).
No hay mañanas
abiertas.
Primera
interpretación: no hay día de mañana. Segunda interpretación: no hay aurora,
que es la noche la que tiene la última palabra.
Que la vida es
poco.
Esta versión de la
edición privada de Kiepenheuer se distingue en dos aspectos de la versión
posterior de la edición pública: “La vida es poco”. La primera diferencia
consiste en que define por completo el primer verso de la estrofa “No os dejéis
engaña”, ya que anuncia la tesis de los embaucadores: que la vida es poco. La
segunda diferencia hay que vislumbrarla en que el verso “la vida es poco”
expresa incomparablemente la mezquindad de la vida, subrayando la exhortación a
no dejarse quitar ni un ápice de ella.
Y no está siempre
ahí.
Primera
interpretación: “Y no está siempre ahí”, lo cual nada añade al verso precedente
“La vida es el gran tiento”. Segunda interpretación: “Y no está siempre ahí”-
esa suerte, la mayor, la habéis casi marrado. Vuestra vida no está siempre ahí;
ya ha comenzado y está en juego.
El poema lleva a
conmoverse por la brevedad de la vida. Cuando algo se viene abajo, surgen las
fisuras y los huecos. Tal y como resulta del análisis, el poema tiene numerosos
pasajes en los que las palabras componen un sentido de manera hábil y suelta.
Lo cual favorece su efecto conmovedor.
Walter Benjamin (Tentativas sobre Brecht)
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