jueves, 5 de junio de 2014

Josep Malivern





Enzarzado en una paz espesa
 de fragor detenido.
 Los caídos aún por enterrar , los héroes por condecorar,
las vírgenes por desventrar , el espíritu por forjar.
 Ni un ocaso llorado todavía,
 ni un amanecer anhelado,
 y sin embargo
 batallando quieto y firme en la posición asignada,
  la cabeza en manos de un titiritero furioso.
 La guerra es esto y hace tiempo que estalló,
 como una placenta enferma sobre el desagüe negro.
 Hizo aguas el miedo
 sietemesinos a luchar ,
 cretinos a morir.
 Y esta luz que ya no es más que el recuerdo
 de cuando hubo luz,
 la vívida pesadilla del niño febril.
 La mente en blanco y el cansancio de esparto,
 lo mismo soga que alpargata,
 sólo promete sed y una mente blanca
 como un infierno abandonado.
 Zafarrancho. La guardia alta.
 Para seguir arrastrando los pies
 por la senda de la paz espesa.

Josep Malivern



***