INTROITO
Paseo por
una ciudad
sin orillas
miente la tarde
espejos,
despedidas, humos
que
denuncian retornos
me deja
solo
el paso de
muchachas alejadas
no
pronuncian mi nombre no decretan
mi muerte
entonces
regreso
a los
artesonados pasillos del recuerdo
pieles,
carnes, repletas siluetas
en sus cueros
el ruido de
los párpados al cerrarse
y tal vez
tal vez un
grito literario puso nombre
al instante
en que fui feliz
a la
sombra
siempre a la
sombra
de las
muchachas sin flor.
Manuel Vázquez Montalbán
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