2. 1976: Las épocas siniestras fomentan la creación.
Por extrañas y complejas razones que los pilotos nunca
explicaron satisfactoriamente, el globo no toma apenas altura. Supongo que
analizaron cartas de vuelo, posibilidades de tormentas, direcciones de los
vientos, y terminaron por considerar innecesario el riesgo. Las mismas palabras
que antes eran piedras las transformaron en esponjas.
Las épocas
siniestras fomentan la creación, repetían
los defensores de la cultura del papagayo confundiendo su mundo con el mundo, su
dolor con el dolor. Adonde la memoria
me alcanza no conozco época que, además, no sea siniestra. Todo depende de la
dimensión de los sentidos, de cómo se sienta el dolor y la alegría en el cuerpo.
Puedo tener pletórica mi mano derecha y pura lágrima la izquierda. Bailón el
pie izquierdo y negra de luto la oreja derecha. No es mejor el criminal que
mata a uno, que el que provoca una masacre. No por llorar hay que renunciar a
la alegría de la lágrima, ni por reír, al dolor de la risa.
Julio Vélez
(AA.VV. / “DEL
FRANQUISMO A LA
POSMODERNIDAD ”)
***