martes, 29 de julio de 2014

Mario Benedetti / Todas las parcelas de mi vida...





Todas las parcelas de mi vida tienen algo tuyo
y eso en verdad no es nada extraordinario
vos lo sabés tan objetivamente como yo

sin embargo hay algo que quisiera aclararte
cuando digo todas las parcelas

no me refiero sólo a esto de ahora
a esto de esperarte y aleluya encontrarte
        y carajo de perderte
        y volverte a encontrar
        y ojalá nada más

no me refiero sólo a que de pronto digas
        voy a llorar
y yo con un discreto nudo en la garganta
        bueno llorá
y que un lindo aguacero invisible nos ampare
y quizá por eso salga enseguida el sol

ni me refiero sólo a que día tras día
aumente el stock de nuestras pequeñas
        y decisivas complicidades
o que yo pueda         o creerme que puedo
        convertir mis reveses en victorias
o me hagas el tierno regalo
        de tu más reciente desesperación

no
la cosa es muchísimo más grave

cuando digo todas las parcelas
quiero decir que además de ese dulce cataclismo
también estás reescribiendo mi infancia
esa edad en que uno dice cosas adultas y solemnes
y los solemnes adultos las celebras
y vos en cambio sabés que eso no sirve
quiero decir que estás rearmando mi adolescencia
ese tiempo en que fui un viejo cargado de recelos
y vos sabés en cambio extraer de ese páramo
mi germen de alegría         y regarlo mirándolo

quiero decir que estás sacudiendo mi juventud
ese cántaro que nadie tomó nunca en sus manos
esa sombra que nadie arrimó a su sombra
y vos en cambio sabés estremecerla
hasta que empiecen a caer las hojas secas
y quede el armazón de mi verdad sin proezas

quiero decir que estás abrazando mi madurez
esta mezcla de estupor y experiencia
este extraño confín de angustia y nieve
esta bujía que ilumina la muerte
este precipicio de la pobre vida

como ves es más grave
muchísimo más grave
porque con estas o con otras palabras
quiero decir que no sos         tan sólo
la querida muchacha que sos
sino también las espléndidas
        o cautelosas mujeres
        que quise o quiero

porque gracias a vos he descubierto
(dirás que ya era hora
                                        y con razón)
que el amor es una bahía linda y generosa
que se ilumina y se oscurece
                según venga la vida

una bahía donde los barcos
        llegan y se van

llegan los pájaros y augurios
y se van con sirenas y nubarrones
una bahía linda y generosa
donde los barcos llegan
                y se van
pero vos
por favor
                no te vayas.

Mario Benedetti


***

sábado, 26 de julio de 2014

Félix Grande / Mejor para mí





Mejor para mí



Pero si enloquezco, mejor para mí
 (Saul Bellow)


"En los años setenta USA. tendrá missiles suficientes para arrasar a Rusia y a China Comunista

(Diario Pueblo, Madrid, 26-I-1966)



Con voz de fruta y oscuros cuarzos en el pelo
mi mujer se apoya en mi conciencia mediante una risa morena
de donde cuelga como un péndulo una gran interrogación
vuelve a mirar y vuelve a sonreír confusamente modernamente
su contrapunto busca algo real entre capas incomprensibles
entre capas que existen pero sólo muestran su espalda
y de pronto y suave con su gentil preocupación exclama
nunca más volveré a comprarte una camisa tan favorecedora
estás yeyé esta noche ya me contarás lo que ocurre
...continuo silbando la melodía desesperada
ah charlie parker beso tu derrota impaciente
y bailo lento por los escalones de tus entrañas vedme
vedme por el desfiladero de la garganta de amstrong
vedme marido y padre y la mitad de sesentón
vedme de pronto sincopado mordente sinuoso moviendo
este cuerpo que recuerda al asceta oh paradoja
alguna vez sabré cantar un blue en su idioma
y bailo y silbo mientras me desprendo indiferentemente
de mis corbatas de mis sombreros y de mis razones
darling le digo a mi mujer no sé lo que me ocurre
debe ser cinismo esto avanza bailemos y la beso en la boca
y le restriego la nariz y le presiono las caderas
con estas manos que le han dado y le dan celos y dicha

paul demond ese saxo imparcial reflexivo
y casi infame de sereno está reinando ahora
en un viejp sillón de ébano está sudoroso y paciente
se retuerce lo justo y se va desprendiendo
de aquella melodía denominada greenseleeves
bienvenida y anónima igual que un manantial
igual que un manantial ante una sed
paca te quiero escucha
y cómo amortizarte la mirada me engancharía ahora
de un avión para llegar más pronto a nada obsérvalo cherie
mientras que los wallstreetianos requiebran al pentágono
y envían gigantescos adolescentes y cajas de chicle al vietnam
y la graciosa  majestad de johnson otrora sólo vicepresidente
inaugura una ley que prohíbe casarse por terror
yo tu esposo me limito a desear a algunas de nuestras amigas
lo cual es simple a mi entender o no más complicado
que envejecer o que vivir en tamaño avispero
mientras los estadistas aporrean con las cifras del hambre
sobre campanas de bronce forrado yo tu amante me empapo
en los compases de fats waller a falta de un sedante
más espantoso qué palabra y más satisfactorio
mientras téjese una red políaca de cohetes espaciales
y nuestra hija traga dormida sus 200 gramos de leche
yo el padre de ese bulto entrañable bailo suave y brindo
ante john coltrane y te informo de que este deseo de fornicar
que sube desde mi infancia misteriosa a lo largo de mi edad
como un secreto de familia en familia
no consiente ser sublimado en la fidelidad
sino que acaso quiere destruirse nada nuevo aguarda que termine
de dar el biberón a lupe falta poco mira qué bien lo toma
ah tú siempre tan práctica me anulas me derrotas te quiero
pero también te olvido me derroto me anulo y silbo
con las manos en los bolsillos y moviendo los hombros
como europeo actual desamparado qué palabra cherie
y has de saber que en este instante si tuviera dinero
me largaría al aeropuerto ah el placer de comprar
revistas ilustradas y tabaco junto a pistas de aterrizaje
y mirar esos ancianos pintorescos que cojean del idioma
tal vez alguno de ellos ha llorado pulcro y terrible y solo
viendo marchar al frente a los muchachos
así me has dicho mientras dejas el biberón vacío en el suelo
y subes hasta tus caderas moviéndote bailando
manifestando a tus omóplatos uniendo tu torpeza a la mía
tras los barrotes enmohecidos del saxofón interminable.


Félix Grande  "Blanco spirituals"


***

miércoles, 23 de julio de 2014

Harvey Breit entrevista a Dylan Thomas





El poeta galés Dylan Marlais Thomas (1914-1953) nació en Swansea. Hijo de un profesor inglés, trabajó como periodista hasta que la publicación de sus Eighteen Poems (1934) le catapultó a la fama. Su Poemas escogidos (Collected Poems 1934-1952) fueron publicados en 1952 y, para un libro de su tipo, constituyó un éxito de ventas. Su voz poética, su interés en las sensaciones sonoras y su humor se fusionaron en Bajo el bosque lácteo (Under Milk Wood, 1954), una obra para la radio acerca de la vida en una aldea galesa. Escribió también cuentos cortos y guiones para la radio. Murió joven, de resultas de su alcoholismo, durante una gira de conferencias por Estados Unidos.

Harvey Breit (1913-1968) estudió en la Universidad de Nueva York y fue columnista y subdirector de The New York Times Book Review desde 1948 hasta 1957. Ayudó a adaptar al teatro la novela de Budd Schulberg The Disenchanted y fue uno de los editores de The Selected Letters of Malcolm Lowry (1964). Fue colaborador de Atlantic, Paris Review, Poetry(Chicago) y New Directions. Escribió también artículos sobre boxeo y béisbol. Muchas de sus conversaciones con escritores, que aparecían regularmente en The New York Times Book Revieiv mientras perteneció a su plantilla, fueron publicados en forma de libro bajo el títuloThe Writer Observed (1956).





En 1950 el brillante y parco poeta galés Dylan Thomas nos visitó por vez primera. Ahora ha vuelto, tanto por demanda popular como por deseo propio, para leer sus propios versos y los de otros poetas en la YMHA (Young Women Hebrew Association) de la calle 92, en el Museo de Arte Moderno y en docenas de facultades y universidades. Para celebrar el acontecimiento, New Directions va a publicar sus nuevos poemas, In Contrary Sleep. Como celebración a nivel más personal, este periodista entabló con él una repetición de su conversación previa. Estaba convencido, y era apostar sobre seguro, de que Mr. Thomas no se repetiría, no podría repetirse. Como resultó ser inexorablemente.

En el transcurso de nuestra primera conversación (14 de mayo de 1950), Mr. Thomas se describió a sí mismo con las siguientes palabras: 'Treinta y cinco años más viejo, esbelto, de tez oscura, inteligente y de mirada punzante, tierna, enloquecida". A continuación añadió: "Añada que me estoy quedando calvo y sin dientes. También voy bien vestido". Mr. Thomas no era esbelto por aquel entonces, y sigue sin serlo. Continúa siendo rubio, su cabello es abundante y revuelto, tiene dientes de sobra y sus ojos son redondos y de expresión adormilada. Es evidente que su ropa de tweed está sin planchar. Mr. Thomas, de hecho, podría haber ocupado el lugar de Heywood Broun en la ocasión en que alguien le describió diciendo que parecía una cama sin hacer. Me alegra informar que sigue siendo, en términos generales, inteligente, imaginativo e intransigente.

Al principio, la conversación versó sobre poesía en general y Thomas Hardy en particular, que resultó ser el poeta favorito del siglo para Mr. Thomas. Pero Mr. Thomas es también un prosista de talento, y el que suscribe se preguntaba qué opinaría sobre ambos medios de expresión. Por ejemplo, ¿le interesaba cada vez menos la prosa?

—No —respondió Mr. Thomas—, cuando te vas haciendo mayor descubres que se van separando cada vez más respecto a lo que sientes, y que la prosa se vuelve más limpia y concisa.

Eso era lo que su seguro servidor opinaba de la prosa de Eliot. Mr. Thomas asintió.

—Eliot las mantiene separadas. Emplea una prosa bellísima, aunque sólo porque no tiene nada que ver con los versos. Un poeta no puede escribir prosa extravagante: sería desbordar el cieno. Joyce es exactamente el caso opuesto. Escribía una poesía simple y limpia y una prosa maravillosamente imaginativa. En la mayoría de los casos ocurre lo contrario. Los escritores deberían guardarse sus opiniones para la prosa.

—Suponiendo —dijo el entrevistador— que usted no fuera usted y que yo no fuera yo...

—Estoy dispuesto a creerlo —dijo sucintamente Mr. Thomas.

—... y le preguntara a no-usted por qué los poetas no debieran expresar opiniones en su poesía...

—Las opiniones —respondió Mr. Thomas— son el resultado de una discusión con uno mismo y dado que la mayoría de la gente no es capaz de discutir con nadie, y menos aún consigo misma, las opiniones son un horror. Hay opiniones, por supuesto. En la poesía dramática sin ir más lejos, pero la mayoría de nosotros somos poetas líricos. Fue Eliot quien en este siglo demostró que era posible hablar de cualquier tema en verso, excepto sobre uno mismo.

¿No había entonces alguna discrepancia en lo que estaba diciendo Mr. Thomas?

—Supongo —dijo Mr. Thomas— que habría que matizar el tema de la opinión.

Eso era lo que Mr. Thomas había estado haciendo ¿o no?

—El matiz —continuó Mr. Thomas—, la inclinación de la mente, moldea la poesía.




Mr. Thomas mantenía su cigarro en los entreactos en la comisura de la boca, inclinando la cabeza para alejarla del humo.

—Me gusta escribir la palabra "sangre". Es un tipo curioso de palabra; significa demencia, entre otras cosas. El empleo frecuente de la misma forma parte de mi inclinación mental.

Mr. Thomas y su invitado bebieron.

—Lo que resulta interesante —prosiguió tras unos instantes— es el modo en que ciertas palabras pierden, bien su significado o bien su bondad. Por ejemplo, la palabra "honor". Una palabra digna de héroes. En realidad es una palabra más digna de Nerón.

¿Por qué perdían su significado o su bondad las palabras?

—Las emplean con asiduidad las personas que no deben —respondió Mr. Thomas, con expresión propia de un búho.

¿Cuánto tiempo iba a estar entre nosotros?

—Unos tres meses —respondió Mr. Thomas—. Será mi última visita en algún tiempo. Con eso habré conseguido engañar a todas las universidades y todas las universidades habrán hecho lo propio conmigo.

El que suscribe no estaba dispuesto a tomarse en serio semejante declaración.

—Como quiera —dijo Mr. Thomas—. Yo sí.

¿Le importaría recapitular?

—Poesía —resumió, rehuyendo todo lo que pudiera sonar a teatral—. La poesía. Me gusta pensar que está hecha de enunciados expuestos en el camino hacia la tumba.



En Las grandes entrevistas de la historia 1859-1992
Edición de Christopher Silvester
Traducción: Herminia Bevia y Antonio Resines



***

domingo, 20 de julio de 2014

“Qué bien sabéis organizar el hambre...





“Qué bien sabéis organizar el hambre
y nutrir el burdel y el cementerio.
Es algo prodigioso vuestro Imperio
de verdugos, maricas y cochambre.
Cinco flechas ridículas de alambre
y un yugo becerril, decís en serio
que son cifras de España, y a Tiberio
en vez de púrpura le dais estambre.
El cura, el requeté y el carcelero
os guardan las espaldas y el puchero,
mientras vosotros sobre el hondo osario
de una España infeliz, que envilecéis,
para contar los crímenes que hacéis,
vais pasando las cuentas del rosario.”


(Autor anónimo)



*** 

jueves, 17 de julio de 2014

Álvaro de Retama




(Presos en Porlier a la hora de la comida)


“Es la Pepa una “gachís”
que está de moda en Madrí
y que “tié” predilección por los rojillos.

Cuando viene esta mujer,
a Torrijos o a Porlier,
al más bravo se le arruga el solomillo.

Como es tan campechana
a veces se presenta
y para divertirse
se lleva a veinte o treinta.

Y como del paseo
no suelen regresar
con bastante cachondeo
todos suelen cantar:
Pe-pa, Pe-pa, ¿Dónde vas con tantísimo tío?”

Álvaro de Retama.



***

lunes, 14 de julio de 2014

Everybody Knows / Leonard Cohen





Everybody Knows 

Todo el mundo sabe que los dados están cargados
Todo el mundo lanza con los dedos cruzados
Todo el mundo sabe que la guerra ha terminado
Todo el mundo sabe que los buenos perdieron
Todo el mundo sabe que la pelea estaba amañada
Los pobres se quedan pobres, los ricos se hacen más ricos
Eso es lo que pasa
Todo el mundo sabe

Todo el mundo sabe que el barco hace aguas
Todo el mundo sabe que el capitán mintió
Todo el mundo tiene ese sentimiento desgarrado
Como si su padre o su perro acabase de morir

Todo el mundo habla por lo bajo
Todo el mundo quiere una caja de bombones
Y una rosa de tallo largo
Todo el mundo sabe

Todo el mundo sabe que me amas nena
Todo el mundo sabe a qué te dedicas
Todo el mundo sabe que has sido fiel
si quitas o pones una o dos noches
Todo el mundo sabe que has sido discreto
Pero había tanta gente con la que cumplir con
Sin su ropa
Y todo el mundo sabe

Todo el mundo sabe, todo el mundo sabe
Eso es lo que vanes
Todo el mundo sabe

Todo el mundo sabe, todo el mundo sabe
Eso es lo que pasa
Todo el mundo sabe

Y todo el mundo sabe que es ahora o nunca
Todo el mundo sabe que es o tú o yo
Y todo el mundo sabe se es eterno
Ah, cuando te has metido una o dos rayas
Todo el mundo sabe que el trato se ha podrido
El viejo negro Joe sigue recogiendo algodón
Para tus cintas y lazos
Y todo el mundo sabe

Y todo el mundo sabe que la plaga está llegando
Todo el mundo sabe que se está moviendo rápido
Todo el mundo sabe que un hombre y una mujer desnudos
Son sólo un artefacto brillante del pasado
Todo el mundo sabe que la escena está muerta
Pero habrá un contador en tu cama
Que diga
Lo que todo el mundo sabe

Y todo el mundo sabe que estás en problemas
Todo el mundo sabe por lo que has pasado
Desde la sangrienta cruz en la cima del Calvario
A la playa de Malibu
Todo el mundo sabe que está desmoronando
echa una última mirada a este Sagrado Corazón
Antes de que estalle
Y todo el mundo sabe

Todo el mundo sabe, todo el mundo sabe
Así es como va
Todo el mundo sabe

Oh todo el mundo sabe, todo el mundo sabe
Eso es lo que pasa
Todo el mundo sabe

Todo el mundo sabe


Leonard Cohen


***

viernes, 11 de julio de 2014

Arquíloco de Paros





Soy yo, a la vez, servidor del divino Enialio
y conocedor del amable don de las Musas.

En la lanza tengo mi pan negro, en la lanza
mi vino de Ismaro, y bebo apoyado en mi lanza.

Algún Sayo alardea con mi escudo, arma sin tacha,
que tras un matorral abandoné, a pesar mío.
Puse a salvo mi vida. ¿Qué me importa el tal escudo?
¡Váyase al diantre! Ahora adquiriré otro no peor.

No se van ya a tensar muchos arcos ni frecuentes
hondas, cuando a contienda Ares convoque en el llano.
De espaldas será muy quejumbrosa la tarea.
Que en este género de lucha son muy expertos ellos,
los dueños de Eubea, afamados por sus lanzas.

Anda, con la copa recorre el banco de remeros
de la rauda nave, y destapa las jarras panzudas.
y escancia el vino rojo hasta el fondo de las heces.
Pues no podremos soportar sobrios esta guardia.

Tus fúnebres quejas, Pericles, ningún ciudadano
censurará, ni tampoco la ciudad, entre fiestas.
Tales eran aquéllos que las olas del mar bravío
sepultaron. Hinchados por las penas tenemos
los pulmones. Pero los dioses, amigo mío,
establecieron como medicina para males sin remedio
la firme resignación. Ya uno, ya otro los tiene.
Hoy nos tocó a nosotros, y una sangrienta herida
lloramos. Luego alcanzará a otros. Con que al punto
resignaos y dejad ese llanto de mujeres.

Todo al hombre, Pericles, se lo dan el Azar y el Destino.

Porque ni llorando remediaré nada, ni nada
empeoraré dándome a placeres y festejos.

No me importan los montones de oro de Crises.
Jamás me dominó la ambición y no anhelo
el poder de los dioses. No codicio una gran tiranía.
Lejos está tal cosa, desde luego, de mis ojos.

Corazón, corazón de irremediables penas agitado,
¡álzate! Rechaza a los enemigos oponiéndoles
el pecho, y en las emboscadas traidoras sostente
con firmeza. Y ni, al vencer, demasiado te ufanes,
ni, vencido, te desplomes a sollozar en casa.
En las alegrías alégrate y en los pesares gime
sin excesos. Advierte el vaivén del destino humano.

A los dioses atribúyelo todo. Muchas veces levantan
de las desdichas a los hombres echados sobre el oscuro suelo;
y muchas veces derriban y tumban panza arriba
a quienes caminan erguidos. Luego hay muchos daños
y uno yerra falto de sustento y en desvarío de mente.



Ningún ciudadano es venerable ni ilustre
cuando ha muerto. El favor de quien vive preferimos
los vivientes. La peor parte siempre toca al muerto.

Ningún suceso hay ya inesperado, ni increíble
ni maravilloso, cuando Zeus, Padre de los Olímpicos,
de un mediodía hizo noche, ocultando la luz
del sol brillante. Húmedo espanto sobrevino a las gentes.
Desde entonces, cualquier cosa resulta creíble y esperable
a los humanos. Ninguno de nosotros se admire al verla.
Ni si las bestias agrestes truecan con los delfines
el pasto marino y tienen por más gratas que la tierra
las olas resonantes del mar, y aquéllos prefieren el monte.

No quiero un general alto y bien plantado
ni ufano en sus bucles y esmerado en afeites.
Por mi, ojalá sea un tipo pequeño y patizambo
que se mantenga firme en sus pies, todo corazon

Jugueteaba ella con un ramo de mirto
y una linda flor del rosal...
Su melena
le aureolaba de sombra los hombros y la frente.
...De su perfumado pecho y cabello
Hasta un viejo se habría enamorado
Tal ansia de amor me envolvió el corazón
y densa niebla derramó sobre mis ojos
robando de mi pecho el suave sentido.
Yazgo, infeliz, por la pasión vencido
sin vida, hasta los huesos traspasado
de fieros dolores que los dioses me envían.
Pero el perturbador deseo me domina
y no me cuido de yambos ni placeres.
Ojalá que pudiera tocar la mano de Neóbula...
Y caer, presto a la acción, sobre el odre,
y aplicar el vientre al vientre y mis muslos a sus muslos.

Padre Licambes, ¿qué es lo que tramaste?
¿Quién perturbó tu entendimiento? Antes
estabas en tus cabales. Pero ahora eres
en la ciudad gran motivo de burla.

Cierta fábula hay que así cuenta:
que una vez la zorra y el águila trabaron amistad
como vecinas.

No he celebrado, padre Zeus, mi boda.

¡Oh Zeus, Padre Zeus, tuyo es el poder en los cielos,
y tú observas los hechos de los hombres,
criminales o justos, y a ti incluso te atañe
la desmesura y la justicia entre las fieras!

Sé sólo una cosa importante: responder
con daños terribles a quien daños me hizo.



Traducció al castellà: Carlos García Gual



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martes, 8 de julio de 2014

“Quizá me confundí de calle y de aventura…” / Javier Egea





“… Ven a ver el amor:
ese caballo muerto flotando por las venas
a la deriva, amor, a la deriva.”

JE


“Quizá me confundí de calle y de aventura…”

Quizá me confundí de calle y de aventura
pero ya me conocen sus farolas y el alba,
ya conocen mi sombra, mi canción, mi tristeza
y esta costumbre vieja de andar erguido y solo.

Javier Egea


De: “Paseo de los Tristes” –  I “Renta y diario de amor” –  1982
Recogido en “Poesía completa” (Volumen I)
Bartleby Editores 2011©
ISBN: 978-84-92799-32-9

Javier Egea nació en Granada, en 1952.
Murió en Granada El 29 de Julio de 1999.




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sábado, 5 de julio de 2014

Pítica VIII / Píndaro




Pítica VIII
de Píndaro de Cinoscéfalos 
(A Aristómenes de Egina, vencedor en la palestra) 


¡Oh benévola Tranquilidad, hija de la Justicia,
engrandecedora máxima de las ciudades,
tú que de los consejos y las guerras
guardas las llaves definitivas,
acoge el trofeo de la victoria pítica de Aristómenes!(...)

La violencia incluso al muy jactancioso abate en el curso
del tiempo. El cilicio Tifón no la evitó,
ni tampoco el rey de los Gigantes. Fueron vencidos por el rayo
y por las flechas de Apolo, quien, con ánimo propicio,
ha acogido al hijo de Xenarces, que vuelve de Cirra,
coronado con follaje del Parnaso y con dorio cortejo.
Cayó no lejos de las Gracias
esta ilas, como justa ciudad,
heredera de los Eácidas por sus ilustres virtudes.
Tiene una fama perfecta desde antiguo.
Por muchos es celebrada en cantos como nodriza
de atletas vencedores en los Juegos
y de excelentísimos héroes victoriosos en prontos combates.
Y en otras cosas se distingue por sus hombres.
Pero no tengo tiempo para desarrollar
todo un amplio discurso
al son de mi lira y con suntuoso lenguaje.
Que no venga el hartazgo a irritarnos. Pero mi actual empeño
vaya en tu favor, oh joven, y que la más reciente de tus hazañas
cobre alas movida por mi ingenio. (...)

Pero quien ha obtenido algún reciente triunfo
muy airoso se eleva
impulsado por su gran esperanza
sobre los alados poderes de su hombría
y tiene una meta superior a la riqueza.
En breve espacio crece la dicha de los mortales. E igual
de pronto cae por tierra, zarandeada por un designio ineluctable.
¡Seres de un día! ¿Qué es uno? ¿Qué no es? El hombre es
el sueño de una sombra.  (...)



(traducción de Carlos García Gual)



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miércoles, 2 de julio de 2014

Manuel Vázquez Montalbán / (¡No corras, papá!)




 (¡No corras, papá!)


La vida
es un conjunto de movimientos hacia el éxito
y usted equivocó su herramienta,
                                                       no, no
por favor, no se jacte de tanto amor perdido
ni moralice a costa del espacio y el tiempo
tuvo un rincón donde mentir su épica
una mujer propia que no supo serle infiel
el derecho a opinar ante gentes más ignorantes
y una amante en la playa
                                           a la que nunca llegará.



Manuel Vázquez Montalbán (¡No corras, papá!)


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