DESPUÉS
No los del bunker,
no los que tengan reservas de alimentos,
ninguno de ciudad,
se salvarán los indios, cachemires, masai,
beduinos protegidos del viento, mongoles a
caballo;
también uno de Nápoles escondido en el
Vesubio,
y un judío envuelto en un enjambre de
palabras,
ilesos por pura tradición en un horno que
arde.
Se salvarán más mujeres que hombres,
más peces que mamíferos,
desaparecerá el rock and roll, quedarán las
plegarias,
desaparecerá el dinero, y volverán las conchas.
La humanidad serán pocos, mestizos,
nómadas,
se moverán a pie. Y su botín, la vida:
la riqueza más grande que se puede
transmitir a un hijo.
Erri
De Luca
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