Los
tejedores
Sin
lágrima en el ceño duro
Están
junto al telar y aprietan los dientes:
Alemania,
tejemos tu sudario,
Y en él
la triple maldición.
Tejemos,
tejemos.
Maldito
el ídolo al que impetramos
En fríos
de invierno y angustias de hambre,
En vano
creímos y le miramos,
Nos ha
vendido, nos ha engañado.
Tejemos,
tejemos.
Maldito
el rey, el rey de los ricos,
Que no
ablandó nuestra miseria,
Que nos
arranca lo que sudamos,
Que como perros nos manda
matar.
Tejemos,
tejemos.
Maldita
sea la patria falsa,
Siega
temprana de toda flor,
Festín
podrido de los gusanos.
Tejemos,
tejemos
Cruje el
telar, la lanzadera vuela,
Siempre
tejemos, de día y de noche,
Vieja
Alemania, es tu sudario,
Y en él
la triple maldición.
Tejemos,
tejemos.
Heinrich Heine
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