Crecida
Con la
sangre hasta la cintura, algunas veces
con la
sangre hasta el borde de la boca,
voy
avanzando
lentamente,
con la sangre hasta el borde de los labios
algunas veces,
voy
avanzando sobre
este viejo suelo, sobre
la tierra
hundida en sangre,
voy
avanzando lentamente,
hundiendo los brazos
en sangre,
algunas
veces tragando
sangre,
voy sobre
Europa
como en la
proa de un barco desmantelado
que hace
sangre,
voy
mirando,
algunas veces,
al cielo
bajo,
que refleja
la luz de la
sangre roja derramada,
avanzo
muy
penosamente,
hundidos los brazos en espesa
sangre,
es
como una
esperma roja represada,
mis pies
pisan sangre
de hombres vivos
muertos,
cortados de
repente, heridos súbitos,
niños
con el
pequeño corazón volcado, voy
sumido en
sangre
salida,
algunas
veces
sube hasta
los ojos y no me deja ver,
no
veo más que
sangre,
sangre,
siempre
sangre,
sobre Europa
no hay más que
sangre.
Traigo una
rosa en sangre entre las manos
ensangrentadas.
Porque es que no hay más
que sangre,
y una
horrorosa sed
dando gritos
en medio de la sangre.
Blas de Otero
***