MIS POEMAS HUELEN A POESÍA. PERDON.
MIS PIES HUELEN A POESIA
os
podéis creer que en mis últimos
recitales
antipoéticos
en
el mítico 1900
ya
no me tiran tomates
revueltos
con buches de cervezas
ni
me insultan furiosamente
por
mis indecentes
descarados
y
blasfémicos versos
no
sé lo que habrá pasado
pero
este morbo celestial
no
me gusta nada
me
produce ardores de estómago
y
echo en falta al joven crítico
con
el símbolo postizo de la A al cuello
levantándose
del recital
babeando
insultos por la boca
¡
esto no es poesía, señores ¡
¡
esto es una puta mierda ¡
o a
la tía de la minifalda blanca
y
las bragas negras
que
estaba para comérsela viva
con
minifalda y todo
ruborizada
por el erotismo brutal
según
ella
que
despertaban los poemas que leí
la
noche que presenté
“leche
de camello”
o al
despistado señor mayor
que
debió confundir una lectura poética
con
un alzamiento fervoroso rociero
bañado
con crema florinda azul azul
en
misa de diario
y a
las 9 de la noche
de
un jueves lluvioso y frío
al
pobre hombre
le
tocaron todos los palos
que
podían herirle la profundidad
poética
de su alma
los
fusilamientos a discreción
de
aquellos días sanguinarios del 36
los
clítoris antropófagos de las bellas
sirenitas
de los prostíbulos
que
terminaban tragándose
las
lenguas
y
hasta las pollas de los invitados
la
locura orgásmica mortuoria
de
las dunas fosfoyésicas
follando
saperas en las ingles del río tinto
las
blancas palomas que soltaron los corruptos
políticos
del régimen democrático monocolor
a
las aguas del río quema
y
etc, etc, etc.
qué
ha pasado para que a un poeta
aficionado
de segunda categoría
se
le ofrezcan aplausos
y se
le aliente a proseguir
desalambrando
cotos poéticos
mis
pies huelen a poesía
a
poesía sudada
pero
por lo menos huelen
Eladio Orta. Ridiculum Vitae. Ed. Amargord, 2014
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