Esta
obstinada inmigrante china
que
come y come
devorada
en la jaula
de
su pobreza
tapándose
la boca con comida
contra
su soledad
sólo
no come
cuando
llega el hijo o el marido
y le
dice mandando
acuéstate
conmigo
comedora
de todo
mi
cuerpo
cómetelo
todo
ella
se niega
con
toda su gordura
él
la saca al balcón
desnuda
toda
la noche
encarcelada
allí
sin
comida ni ropa
sólo
las rosas unos claveles rojos
así
que se los come
como
se comería
un
pastel de fresa
apoyadita
sobre las rejas
la
pared
tapándose
más la gordura
que
el sexo
ese
sexo de ángel
que
ella tiene ahí dátil lavado
oh
alabado
escondido
con pétalos
el
sexo de esta china
así
ciertas poetas están en su balcón
encadenadas
tapándose
su género
cómo
fuertes hetairas
con
escudos y cascos
expuestas
nunca
vistas
reconocidamente.
Isla Correyero
Occidente(1986-2002)
***