(Luis López)
No
es bueno
quedarse en la orilla
como el malecón o como el molusco que
quiere calcáreamente
imitar a la roca.
Sino que es puro y sereno arrastrarse en la
dicha
de fluir y perderse,
encontrándose en el movimiento con que el
gran corazón
de
los hombres palpita extendido.
Como ese que vive ahí, ignoro en qué piso,
y le he visto bajar por unas escaleras
y adentrarse valientemente entre la
multitud y perderse.
Vicente Aleixandre
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