“Elogio de la risa popular”, que Julio
Vélez entiende “subversiva”, es el título de su Pregón del Carnaval del año
1991 en su Morón de la Frontera. El año
anterior a su prematuro fallecimiento.
La didáctica de
este discurso, no exento de anécdotas magistralmente relatadas y contagiosas,
refleja el ejercicio de su cátedra en la Universidad de Salamanca.
Lo pronunciaba en
el Cine Oriente de nuestra infancia, cuando pateábamos el piso de madera del
“gallinero” hasta parecer que se caía sobre el patio de butacas. Aquel
estruendo ascendía al ritmo de la caballería yanqui cuando cargaba sobre ”los
malos”, o sea los indios.
Es un pregón
antológico. Lo desarrolla desde sus raíces más remotas, como la cultura
inmanente y permanente del pueblo frente a la del poder, mediante esa explosión
de libertad.
La carcajada, es
reflejo de la cultura milenaria del pueblo. De sus estratos humildes, pero
cultos y con tradición, que tiene en el
Carnaval su máxima expresión. Es
subversiva, es revolucionaria.
El Carnaval
Ignora jerarquía y distinciones. No hay actores y espectadores. Se toma la calle ,se toma la Plaza. Es una
cosmovisión popular compleja y unitaria a la vez, con formas de expresión
dinámicas y cambiantes. Fluctuantes y activas. Se celebra la exaltación de la
carne.
En aquel día de
febrero, no había transcurrido un mes desde la primera invasión de Irak, por lo
que denuncia que “ Los derechos humanos del petróleo pueden más que los
derechos humanos de los seres humanos. Y
que la demanda de paz de cientos de miles de personas. En las guerras se matan
personas que no se conocen por el interés de personas que sí se conocen y no se
matan. Su carnaval es el de las bombas que matan. El nuestro el de la risa que
libera”.
Alejandro Romero
C.
Sevilla, diez de noviembre de dos mil doce.
AUDIO DEL PREGÓN
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