(Pierre Bonnard)
HACE TIEMPO QUE PRESENTÍA TU PRESENCIA
desde los bordes y balcones del pecho.
Al aire era ayer un latido vago, inconcreto,
un latido apenas sin latido y sin conciencia.
Vagaba el presagio por el esqueleto
y el esqueleto a su contacto entristecía,
al buscar el latido en otros cuerpos
y solo palpar de otros cuerpos su lejanía.
Era tan así.
Paloma de tan corto vuelo
que el vuelo a la paloma jamás pudo
hacerla raíz, hueso, piedra, fibra.
Pero llegaste desde el cascabullo de la tierra
y es ahora tu presencia la que se hace
presentimiento.
Julio Vélez
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