jueves, 29 de enero de 2015

Resolución de los Comuneros / Bertolt Brecht




Resolución de los Comuneros

I
Considerando nuestra debilidad
Ustedes hacen leyes para avasallarnos
En el futuro, esas leyes no serán cumplidas
considerando que no queremos seguir siendo vasallos
Considerando que ustedes entonces
Nos amenazan con fusiles y cañones,
Hemos acordado temerle, más que a la muerte
A ésta vida amarga que llevamos

II
Considerando que ahí están las casas
Mientras ustedes nos dejan sin abrigo
Hemos acordado mudarnos a ellas
Pues no estamos cómodos en estos agujeros
Considerando que ustedes entonces
Nos amenazan con fusiles y cañones,
Hemos acordado temerle, más que a la muerte
A ésta vida amarga que llevamos

III
Considerando que nos quedamos con hambre
Mientras permitimos que ustedes nos roben
Vamos a comprobar que sólo unas vidrieras
Nos separan del buen pan que nos falta
Considerando que ustedes entonces
Nos amenazan con fusiles y cañones,
Hemos acordado temerle, más que a la muerte
A esta vida amarga que llevamos

IV
Considerando que existe demasiado carbón
Mientras nosotros sin carbón nos helamos
Hemos acordado ir a buscarlo ahora mismo
Considerando que así podemos calentarnos
Considerando que ustedes entonces
Nos amenazan con fusiles y cañones,
Hemos acordado temerle, más que a la muerte
A esta vida amarga que llevamos

V
Considerando que ustedes no consiguen
brindarnos un buen salario,
nos hacemos cargo de las fábricas
Considerando que sin ustedes podemos bastarnos
Considerando que ustedes entonces
Nos amenazan con fusiles y cañones,
Hemos acordado temerle, mas que a la muerte
A ésta vida amarga que llevamos

VI
Considerando que no confiamos
En lo que siempre promete el gobierno
Hemos acordado bajo nuestra propia dirección
Hacer feliz nuestra vida desde este momento
Considerando que sólo obedecen a los cañones
-ustedes no podrán entender otro idioma-
nos vemos obligados, y eso si valdrá la pena
¡ a enfilar contra ustedes los cañones !

Bertolt  Brecht


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lunes, 26 de enero de 2015

GABRIEL FERRATER





JUEGO

Puedes jugar con su cuerpo,
que es joven y ríe, y ama
el juego, y no ha tenido bastante.
¿Crees todavía que hay vicio en ti?
Muestra tu vicio. Entrégate
entero. Si la quieres,
no ahogues este temblor:
la curiosidad del cuerpo, que tú
hace mucho ya llamas deseo.


GABRIEL FERRATER



(Original en catalán, traducción de José María Valverde)


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viernes, 23 de enero de 2015

Sombra rosas sombra / Ingeborg Bachmann





Sombra rosas sombra  

Bajo un cielo extraño
sombra rosas
sombra
sobre una tierra extraña
entre rosas y sombra
dentro de un agua extraña
mi sombra


Ingeborg Bachmann

De "Invocación a la Osa Mayor" Ediciones Hiperión 2001
Versión de Cacilia Dreymüller y Concha García


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martes, 20 de enero de 2015

Bertolt Brecht





Canción de los efectos vivificadores del dinero 

Por baja cosa cuenta el dinero en este mundo
Que resulta empero frío a falta de numerario.
Y puede trocar al pronto en harto hospitalario
Merced al gran poder del material dinerario.
Todo eran ecos de lamento vagabundo
Y ahora resplandece soleado
Lo que antes andaba congelado.
A cada quien, lo que desea.
De rosa el horizonte tintado
Mirad: ¡la chimenea, humea!

Sí, todo ahora se ve harto diferente
Late a pleno ritmo el corazón. Gana altura la mirada.
Abundante es la comida. Holgado el abrigo.
Y el hombre es ahora otro hombre.

¡Ah! Yerran todos
Cuantos creen que nada importa el dinero.
La fertilidad se hace yerma
Cuando el buen flujo se ciega.
Todos van tras algo, que toman do se halle
Mas no todo resultaba tan duro
Que quien no sufre el dentellazo del hambre, bien que se allana.
Todo está ahora desierto de corazón y de amor.
Padre, madre, hermanos: ¡todo es pugnaz!
Mirad: ¡ya no humea la chimenea!

Aire espeso por doquiera, que a nadie para nada contenta.
Todo rebosa odio, todo rebosa envidia.
Nadie quiere ser ya caballo, que todos se pretenden jinete.
Y el mundo es un mundo frío.

Así ocurre con todo lo bueno y grande
Que no tarda en atrofiarse en este mundo.
Pues con estómago vacío y  pies,
Desnudos nadie está para grandezas.
No se quiere lo bueno, sino dinero
Y todo cobra un porte pusilánime.
No bien tiene el bueno algo de dinero
Tiene lo que precisa para ser bueno
Quien ya preparaba una atrocidad
Observa: ¡la chimenea, humea!

Sí, vuelve a creerse en el género humano
Noble es el hombre, y bueno y todo eso.
Prosperan las buenas intenciones, que andaban flojas.
Se afirma el corazón. Se ensancha la mirada.
Se reconoce lo que es caballo y lo que es jinete.
Y solo así consigue el derecho volver a ser derecho.


NB/ Hanns Eisler puso música a esta canción de su amigo Bertolt Brecht. La mejor versión cantada es la de la gran actriz brechtiana Gisela May –
entrañable amiga y compañera sentimental del filósofo marxista disidente Wolfgang Harich—:  https://www.youtube.com/watch?v=SFmnMCANTB8


Traducción para www.sinpermiso.info : Antoni Domènech




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sábado, 17 de enero de 2015

Catulo





XXXIII

Tú, el mayor ladrón de los baños, Vibenio padre, y el bujarrón de tu hijo (pues, si el padre tiene la mano derecha más corrompida, el hijo el culo más voraz), ¿por qué no marcháis al exilio a alguna maldita costa, supuesto que los robos del padre son notorios para el pueblo y tú, su hijo, no puedes vender ni por un as tus peludas nalgas.


Catulo

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miércoles, 14 de enero de 2015

Constantino Cavafis




Anciano

En el interior de un ruidoso café
un anciano se apoya sobre un velador;
un periódico ante él, iluminado por la soledad.

Y en el desprecio de su miserable vejez
piensa qué poco gozó de los años
cuando tuvo vigor, y elocuencia, y belleza.

Ha envejecido tanto; lo siente, lo ve.
El tiempo de su juventud, como si hubiera sido ayer,
pasó. Qué velozmente, qué velozmente.

Medita en cómo ahora se ríe de él la Sabiduría:
y cómo fió siempre –¡qué locura!-
de esa embustera que le decía: “Mañana. Tienes mucho tiempo”.

Recuerda impulsos que contuvo; y el sacrificio
de su felicidad. De su insensata prudencia
se burla hoy cada ocasión perdida.

...Hasta que de tanto evocar el pasado
se adormece. Hundido
sobre el velador solitario.

Konstantino Kavafis


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domingo, 11 de enero de 2015

Epicuro / Lucrecio / Luciano Canfora






“Epicuro quería ser un maestro de la felicidad. (…) Su principal objetivo fue la demolición de los miedos atávicos contra los que ningún sistema filosófico anterior había arremetido: el temor de los dioses, entendidos como caprichosos protectores y aun más arbitrarios castigadores; el miedo a la muerte, suplemento indispensable del dogma universalmente aceptado de la inmortalidad del alma. Restituir la felicidad a los hombres liberándolos de esos miedos tan poderosos como absurdos: he ahí el gran designio del sistema epicureísta. Por eso Lucrecio, en el himno que dirige al Maestro al principio del Libro I de su poema, dice:

‘Cuando la humana vida a nuestros ojos
oprimida yacía con infamia
en la tierra por grave fanatismo,
que desde las mansiones celestiales
alzaba la cabeza amenazando
a los mortales con horrible aspecto,
al punto un varón griego osó el primero
levantar hacia él mortales ojos
y abiertamente declararle la guerra’.
(Lucrecio)

La felicidad así conquistada es ausencia de dolor, sofisticado placer y conquista intelectual. Felicidad del todo humana, puesto que en un mundo que es un incesante torbellino de átomos, extraño a toda (imaginaria) intervención divina, la responsabilidad es sólo nuestra: son los propios humanos los artífices de esta difícil y austera conquista del placer, es decir de la felicidad.’

Luciano Canfora, “Una profesión peligrosa. La vida cotidiana de los filósofos griegos”.


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jueves, 8 de enero de 2015

Charles Bukowski





Nadie puede salvarte sino
tú mismo.
te verás una y otra vez
en situaciones
casi imposibles.
intentarán una y otra vez
por medio de subterfugios, engaños o
por la fuerza
que renuncies, te des por vencido y/o mueras lentamente
por dentro.

nadie puede salvarte sino
tú mismo
y será muy fácil desfallecer,
pero muy fácil,
pero no desfallezcas, no, no.
limítate a mirarlos.
escucharlos.
¿quieres ser así?
¿un ser sin cara, sin mente,
sin corazón?
¿quieres experimentar
la muerte antes de la muerte?

nadie puede salvarte sino
tú mismo
y mereces salvarte.
no es una guerra fácil de ganar
pero si algo merece la pena ganar,
es esto.

piénsalo.
piensa en salvarte a ti mismo.
tu parte espiritual.
la parte de tus entrañas.
tu parte mágica y ebria.
sálvala.
no te unas a los muertos de espíritu.

mantente
con buen talante y garbo
y al cabo,
si fuera necesario,
apuesta tu vida en plena refriega,
al carajo las probabilidades, al carajo
el precio.

nadie puede salvarte sino
tú mismo.
¡Hazlo! ¡sálvate!
entonces sabrás exactamente de
qué hablo.

Charles Bukowski




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lunes, 5 de enero de 2015

Jaime Gil de Biedma

   


DE VITA BEATA

En un viejo país ineficiente,
algo así como España entre dos guerras
civiles, en un pueblo junto al mar,
poseer una casa y poca hacienda
y memoria ninguna. No leer,
no sufrir, no escribir, no pagar cuentas,
y vivir como un noble arruinado
entre las ruinas de mi inteligencia.

Jaime Gil de Biedma


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jueves, 1 de enero de 2015

Álvaro Guijarro





A María Eugenia Motilla Serrano

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GÉNESIS

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María Eugenia, ¿por qué has tardado tanto?...

Yo, viajero de treinta países, zapatos ajados y rostro de comerciante, confesor ante la pluma y mártir de la imagen, te he buscado en cada esquina de todas las ciudades, entre los farolillos rojos que hilan la noche consumando el periplo de las luciérnagas, inspirando a los caballetes de los artistas vulgares, recogidos ante un cuenco de sopa o ante una visión en Francia, por ejemplo, nuestro pueblo de hierro, base de todo aquello que apreciamos.

Nunca es tarde para amar, dicen, pero ya creía negado mi destino.

Soledad, ¿a quién le debes tu suerte?... He saboreado la estrepitosa magnitud del silencio. Gracias a él, he convertido las palabras en oro, el sufrimiento en tiniebla, ¡el odio en espera!... Pero la conferencia de los tristes que se añadían a mi mente ha resultado nociva para la vitalidad que me otorgas, y ahora no puedo sino repudiar el sentido falsamente transparente de esos individuos castrados, que sólo pueblan este mundo para instalar en él una falsa algarabía, una muda sonata con la que es imposible corresponderse, siquiera con señales o danzas de ultratumba.

Es casi una fantasía verte despertar sobre la cama verde, tu tripa tersa como un puñado de harina, tus pestañas tras el dosel de un pañuelo con arabescos, tus piernas de bailarina atadas a mis piernas de mamífero, creando un puzzle continuo, un salvoconducto ideal para la esperanza de saberse unido a alguien con la fuerza con la que irrumpe el rayo sobre el girasol gigante, ¡oh cuerpo!, ¡oh trenza misteriosa hecha de labios y aire!...

Quiero que conozcas que para mí tú eres la razón más importante para contrariar al contubernio de la multitud, la suprema ignorancia y la ausencia de lírica en el hacer de la gente. A tu lado el universo es otro, y la imaginación rebosa de canto como en la bañera de aquel filósofo, inundando la casa, colocando el lavavajillas en el lugar del armario, la estantería en la sombra del tocador, el acuario en la puerta, los peces dando la bienvenida a nuestros invitados una cena de sábado.
  
     Necesario como el aroma del óleo o el rumor subterráneo de un parking abandonado, yo te asumo, y jamás podre despreciarte. Tu idea explota de pura inteligencia, energía de juventud anhelante, carisma y rabia, tienes veinticinco años, y me has encontrado. ¿Cómo? Olvidando el peso de las líneas de tu mano…


Álvaro Guijarro


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Fuente para leer el libro completo aquí: http://mariaeugeniamotillaserrano.blogspot.com.es/


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